Tras la publicación de la columna pasada, un consultor me dijo “me gustaría saber por qué son tan importantes los socios”. Esta pregunta podría tener una respuesta con muchos frentes, según la etapa en la que se encuentra el negocio y los tiempos de recuperación de la inversión (o en estos casos del capital invertido).
Me quedé pensando en cuántas veces, al estructurar una operación en marcha, el cliente que me contrataba ponía la opción de conseguir socios de capital social como la primera opción por encima de encontrar inversionistas acreedores que financiaran la operación. Pues si tuviera que ponerlo en porcentaje, me atrevería decir que menos del 5%.
La primera opción para negocios en marcha SIEMPRE es deuda; con garantía, con fideicomisos de flujos, con las fórmulas más seguras y ventajosas para el acreedor MENOS los derechos políticos de la sociedad. Entonces, ¿Si estoy tan interesado en captar recursos para mi negocio, por qué no emito acciones y abro mi empresa a terceros interesados? La conclusión a la que llego es porque una cosa es poner “valor racional” a un negocio y otra es el “valor emocional”.
Si una persona necesita capital para crecer, sustentará su proyecto de inversión con presupuestos, la consistencia de su estrategia frente a la visión y, desde luego, con los flujos de caja proyectados. Sobre esta información construirá una historia de lo que quiere “hacer y lograr” para animar a inversionistas y les ofrecerá un respaldo por su inversión, lo que conocemos como garantía. La transacción culminará cuando la persona devuelva la inversión con las ganancias correspondientes al inversionista y con ello la relación se extinguirá.
No obstante, todo empresario tiene, principalmente, dos momentos en su emprendimiento:
Al inicio de la idea, donde busca SOCIOS INVERSIONISTAS invitándolos a compartir su sueño y materializando el mismo en un “negocio”; y
Durante su expansión, donde ya “trajinó” por muchas adversidades y busca crecer, más robusto, con ACREEDORES que lo ayuden para acelerar el cumplimiento de sus metas o aprovechar circunstancias de mercado.
El gran diferencial para un empresario entre buscar SOCIOS versus buscar ACREEDORES no radica en los dividendos que tendrá que pagar, sino en compartir las decisiones, en instaurar una “democracia societaria”; en otras palabras, en compartir los derechos políticos de una sociedad.
El camino de una sociedad implica no solo compartir ideales y combinar estilos de trabajo. El éxito radica en mantener la confianza durante todo el camino, a pesar de las tempestades que seguramente se presentarán.
(*) Gerente General de BLANCO SAF
(*) miembro del Directorio de la UPAL, CPC y Máster en Banca y Finanzas
