Opinión

El cine toma las calles: Una Escuelita de Cine interviene Quilca

Por: Tito Ponte Silvera

El cine ha sido uno de los ámbitos más afectados durante la pandemia. La producción nacional se ha visto frenada por diversas restricciones al que este feroz mal –el COVID-19– nos ha sometido por casi dos años en diversas formas. Sin embargo, ante la calamidad, la falta de alternativas estatales y privadas, un grupo de fieles creyentes a la cinematografía y a la cultura trajo de vuelta las películas más emblemáticas e históricas a las calles.

Se les puede conocer también como los “Magníficos”, pero realmente son los fundadores y forjadores de la Escuelita de Cine, una asociación que impulsa la enseñanza de la producción, dirección y técnicas a niños y adolescentes en distintos asentamientos humanos de Lima, por más de cinco años, y que por tres viernes consecutivos homenajearon a personajes como Federico García, Juan Manuel Ochoa y Stefan Kaspar, a quienes recordaron a través de sus obras, piezas memorables con un sitial importante en la idiosincrasia nacional, pero que por años han sido desestimadas por nuestro propio pueblo.

Así, este grupo de irreverentes creadores y peruanos afanosos por preservar la tradición y cultura propia no lo pensaron dos veces y le dieron vida nuevamente a Quilca, jirón contracultural, literario, bohemio y juerguero, llevando a la “Ciudad y los Perros” como si de una analogía se tratara, y recordando que Túpac Amaru continúa vigente, en cada paso rupestre del jirón más mentado de todo el Perú, Quilca, un lugar que se ubica en las entrañas de la ciudad capital, y en donde las almas pecadoras se dirigen para calmar la sed y sus ansiedades más oscuras. El Cine Quilca fue instaurado por este grupo dilecto, con el único interés de otorgarles a los ciudadanos la posibilidad de honrar lo nuestro.

Esta columna es un homenaje a generosos y melancólicos cineastas, actores, productores, directores, libretistas, camarógrafos y fotógrafos anónimos que, gracias a “Los Magníficos” de la Escuelita de Cine, Walter Canchanya, Alejandro Fuentes, Israel Layo, Alejandro Velázquez, Karlos Tacuri, José Ibáñez, Betty Álvarez, Manuel Tacuri y Camilo Tacuri, lograron de algún modo, indirectamente, mostrar la capacidad inventiva del peruano, a través de esta intervención cultural que dejará un precedente invaluable en estos tiempos virtuales, frívolos y desiguales.

La cultura debe ser prioridad en la política de estado y, sobre todo, propuestas como estas que merecen más inyección e inversión para preservar el cine, un arte histórico y testimonio fidedigno de nuestras costumbres.

(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.

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