Opinión

El caudillismo no es democrático (I)

Por: Iván Pedro Guevara Vásquez

Como cada partido político no surge de la nada, sino mediante todo un procedimiento de inscripción y registro, hay indudablemente fundadores. Y he ahí el germen del caudillismo político en época contemporánea, por lo que una vez formada la organización política, es recomendable que los fundadores no participen de manera inmediata en las elecciones primarias para elegir al (a) candidato (a) a la presidencia de la República, pues se podría interpretar que tales fundadores crearon el partido político con la finalidad de usarlo como un trampolín para lanzarlos a la máxima magistratura de la nación.

En política no basta decir que uno es bueno, sino que hay que demostrarlo, como en la vida en general, en los hechos, con gestos, con actos fácilmente percibidos.

Una vez formado el partido político, los fundadores pueden participar en las elecciones internas para elegirse a los candidatos al Congreso de la República, sin ningún problema, y serían, con gran probabilidad, unos parlamentarios rescatables porque ya habrían demostrado que pudiendo participar como candidatos a la presidencia de la República, prefirieron dar la posibilidad a personas no vinculadas directamente con la fundación del partido.

Sería un gran gesto de humildad y desprendimiento político, considerando también que no hay poder más seductor que el poder político, especificado por excelencia en el poder central de conducción política de un Estado: la presidencia de la República.

Si el candidato elegido para la presidencia de la República por el nuevo partido político (el no fundador) no convence al electorado o no inspira a la población, recién es tiempo quizás para que el fundador participe en las elecciones primarias con la finalidad de participar como candidato presidencial. Antes no.

No se pueden ni deben formar partidos políticos solamente para lanzar a la presidencia de la República al fundador. Es un sinsentido. No tiene nada de democrático en la base misma de la participación de la población. Los partidos políticos no pueden ni deben ser el instrumento de los apetitos de poder, al ser las organizaciones políticas, por definición, el medio de expresión de la población para que participe activamente en la vida política de la nación.

Se requiere una refundación democrática de los partidos políticos peruanos, en el sentido que entiendan que son ellos los indicados para dar el ejemplo en la actividad política permanente, por lo que no deben limitar su accionar a las épocas electorales de las campañas políticas.

(*) Analista político

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