Curando la “influenza” empresarial (4/4)

Todo boxeador entra al ring para enfrentar al enemigo y salir victorioso con un “plan” o “estrategia” y, en principio, funciona hasta que recibe el primer golpe y lo lanzan a la lona. Desde ese momento, tiene solo unos pocos segundos para reponerse, recalibrar su plan y seguir o darse por vencido. En el mundo de los negocios, las estrategias pueden ser extraordinarias, pero está afectas a variables conocidas como no controladas o “variables externas”.

Estas variables, pueden atacar a un sector o ser “pandémicas” y atacar a todo un país. Lo primero que debo recomendar es que, para hacer frente a los cambios externos, la empresa debe contar con una mentalidad ágil y con alta capacidad de adaptación. Sin perjuicio de ello, la prevención y lectura del entorno es vital. Les comparto algunas acciones que contribuirán a afrontar con éxitos estas situaciones no controladas:

Análisis del Entorno: la información constante sobre los avances de la industria, las tendencias del mercado, los cambios tecnológicos, los cambios en el comportamiento de los clientes y las propuestas de cambio regulatorio permitirá anticipar potenciales impactos en el negocio.

Cultura de Aprendizaje y Adaptabilidad: es vital fomentar que el grupo de colaboradores desarrolle una cultura de aprendizaje continuo y adaptación a los cambios del entorno. Esto se puede potenciar con capacitación y desarrollo de nuevas habilidades en los equipos.

Flexibilidad Orgánica: Consiste en eliminar las estructuras con jerarquías rígidas y apostar por decisiones descentralizadas y esquemas de trabajo colaborativo; en otras palabras, apostar por procesos ágiles, ordenados, interiorizados en el ADN de los colaboradores sin burocracia (o con la menor posible).

Ampliación de los Productos y Servicios: La sobre exposición a cambios externos se puede generar por una poca diversificación de oferta. Identificar oportunidades de expansión de la oferta de productos y/o servicios; así como las oportunidades integración o fusión con otros negocios son estrategias que mitigan riesgos originados por cambios externos.

Mantener una relación cercana con los clientes: Entender las necesidades y preferencias de los clientes es esencial para adaptarse a los cambios externos. Para ello, la empresa debe estar en constante comunicación con sus clientes para obtener retroalimentación y realizar ajustes oportunos.

Establecer Alianzas Estratégicas: En entornos de constante cambio, las alianzas ayudan a fortalecer el posicionamiento y aprovechar nuevas oportunidades. Estas alianzas sinérgicas pueden ser con proveedores, canales de distribución, empresas complementarias e incluso, dependiendo las situaciones, con competidores.

Los cambios externos, por lo general, requieren de una toma de decisiones rápida y eficiente. Es vital estar preparados para evaluar rápidamente las nuevas circunstancias, considerar escenarios y tomar las decisiones que sean necesarias. Contar con líderes y equipos preparados para este tipo de situaciones es vital.

(*) Gerente General de BLANCO Sociedad Administradora de Fondos

S.A.C. y miembro del Directorio de la UPAL. Es Contador Público Colegiado y Máster en Banca y Finanzas