A nivel mundial se han generado una serie de normas para reprimir y sancionar los actos de violencia familiar, en protección a las mujeres, niños. ancianios y en general a todo el entorno familiar, ya que es muy cierto que muchos hombres agreden a las mujeres y diariamente vemos noticias de actos violentos que hasta terminan con la muerte de las victimas, lo que nos obliga a participar en la erradicacion de este gran problema.
Sin embargo, existe un gran número de hombres víctimas de denuncias falsas que se ven sometidos a detenciones por el hecho de ser hombres y ser denunciados por sus parejas o exparejas. En este extremo también los legisladores deben ser drásticos con aquellas mujeres que utilizan esta herramienta legal, para despojarlos de sus bienes, echarlos de sus domicilios, con solo hacer una denuncia sin ningún tipo de pruebas. La
Ley de Violencia de Género deja a los hombres en desigualdad ante un procedimiento judicial y somos los abogados los que nos vemos en la obligación de demostrar la inocencia de nuestros clientes hombres.
El derecho penal se basa en la presunción de inocencia lo que significa que es la parte que acusa la que debe demostrar la culpabilidad y no es el acusado el que debe demostrar su inocencia pero, cuando una mujer denuncia, parece ser que “la mujer siempre dice la verdad” y el hombre tiene que demostrar su inocencia.
Con la actual regulación en materia de Violencia de Género la igualdad no existe y la presunción de inocencia. En asuntos relacionados con las mujeres se están poniendo en riesgo los principios más básicos del nuestro sistema legal penal.
Hay mujeres que maltratan a sus maridos o parejas golpeándoles y otras que los maltratan mediante vejaciones e insultos. En la actual sociedad en la que vivimos siempre se justifica que una mujer pegue un golpe a un hombre si éste último ha sido infiel, pero nadie consentiría que un hombre pegara a una mujer por el mismo hecho de ser infiel.
Si está bien visto socialmente que una mujer pegue a un hombre y mal visto que un hombre pegue a una mujer, algo falla. La violencia debería ser intolerable en ambas direcciones. Un ejemplo de maltrato de mujeres hacia hombres es también cuando no dejan ver a sus hijos si no hacen lo que ellas quieren e incluso impiden todo tipo de contacto entre el hijo y el padre.
No se debería consentir ni que una mujer impida a un padre ver a un hijo ni que un padre impidiese a una mujer ver a un hijo.
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(*) Abogado penalista
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