Algunos congresistas del actual periodo se han quejado varias veces de que ganan muy poco. Por eso han sido comparados con la exparlamentaria fujimorista Leyla Chihuán, quien alguna vez dijo: “para el ritmo de vida que llevo, no me alcanza”. Sin embargo, los ingresos totales de los parlamentarios son jugosos y envidiables, pues encima de sus sueldos netos tienen una nada despreciable lista de beneficios.
La primera en quejarse fue María Agüero (Perú Libre), quien hace unos meses señaló que, si bien tiene una remuneración básica de S/15,600, por los descuentos de ley solo recibe S/10,200 soles. Le siguieron otros congresistas, como Alejandro Soto (APP), quien declaró: “Apenas ganamos S/10,200; seré congresista, pero no gano una millonada”. Por su parte, Milagros Aguayo (Renovación Popular), pidió que les aumenten el sueldo a los parlamentarios porque —según ella— deberían ganar como mínimo S/20,000 y sin descuentos.
No es cierto que los congresistas reciban S/10,000 en total, incluyendo los descuentos, pues a esa suma hay que agregar, por ejemplo, la “asignación por desempeño de la función congresal”, concepto establecido en el artículo 22, literal F, del Reglamento del Parlamento, que actualmente asciende a S/7,617.
También existe una bonificación por “función de representación” de S/2,800, por lo que el monto que ganan mensualmente puede alcanzar tranquilamente los S/26,000. Además, en los meses de julio y diciembre, por ley, cada parlamentario recibe un sueldo adicional por concepto de gratificación, que no se encuentra gravada con ningún tributo ni aportación como EsSalud, sistema privado o nacional de pensiones, etc. Es decir, en esos dos meses cada legislador recibe S/10,920 (neto mensual), más S/6,460 (gastos de representación), más S/15,600 de gratificación. En total suman S/32,000.
También cuentan con montos asignados para sus viajes de representación y para la realización de “eventos y actividades”. Se ha denunciado que muchos congresistas utilizan esos viajes, como de la famosa “semana de representación”, para visitar a sus familias, hacer turismo o participar en reuniones partidarias que nada tiene que ver con sus funciones como “padres de la patria”.
¿Esas cifras son una bicoca o irrisorias, como dicen? De ninguna manera, máxime teniendo en cuenta que embolsicarse S/26,000 diez meses del año y S/32,000 los dos restantes es un enorme privilegio si los comparamos con la Remuneración Mínima Vital, que actualmente está en S/1,025 y que muchos peruanos es lo único que reciben al mes para sostener a sus familias. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.
