Opinión

Cuando toca dejar la posta: Momentos decisivos para un nuevo liderazgo en la empresa

Por. José Castillo Carazas

En el apasionante mundo empresarial, hay un momento crucial que requiere una decisión valiente y estratégica por parte de cualquier Gerente General (“GG”) y que esta semana me tocó vivir: el momento de pasar la posta a un nuevo liderazgo. Este acto, aparentemente sencillo, marca la diferencia entre un liderazgo empresarial duradero y un estancamiento potencial. Esta semana les cuento en qué momentos, por lo general, un GG debe considerar dejar la posta y cómo esta transición puede ser el catalizador para un crecimiento
sostenible.

1. Innovación Estancada y Necesidad de Renovación: Un GG visionario reconoce cuándo la innovación y la creatividad dentro de la empresa comienzan a estancarse. En estos momentos, la necesidad de una renovación se vuelve imperativa. Un líder que ha llevado la empresa a un cierto punto puede no ser el más adecuado para impulsarla hacia nuevos horizontes. Reconocer este estancamiento y dar paso a un líder más alineado con la próxima fase es una decisión estratégica que puede marcar la diferencia entre la obsolescencia y la
revitalización.

2. Desafíos Inesperados y Crisis Empresariales: Las crisis empresariales y los desafíos inesperados son momentos en los que el liderazgo debe ser ágil y adaptativo. Sin embargo, es posible que un GG que haya enfrentado y superado desafíos en el pasado no sea necesariamente el más indicado para abordar problemas completamente nuevos y complejos. En estos momentos, ceder la posta a un líder con habilidades específicas y experiencia en la gestión de crisis puede ser esencial para la supervivencia y recuperación de la empresa.

3. Transiciones Tecnológicas y Cambios de Paradigma: La rápida evolución tecnológica y los cambios de paradigma en la forma en que se hacen los negocios pueden dejar obsoletas las estrategias y habilidades de un GG. Dejar la posta a un líder que comprenda las tendencias emergentes y tenga la capacidad de guiar a la empresa a través de transiciones tecnológicas puede marcar la diferencia entre quedarse atrás y liderar la vanguardia.

4. Necesidad de Internacionalización y Diversificación: Un GG que haya dirigido con éxito operaciones locales puede no tener la experiencia necesaria para abordar las complejidades de la expansión global. Reconocer la necesidad de una perspectiva más global y ceder la posta a un líder con experiencia internacional puede ser esencial para alcanzar el éxito en nuevos mercados y áreas de negocio.

5. Preparación para la Sucesión y Desarrollo de Talento: Un GG efectivo no solo lidera en el presente, sino que también trabaja activamente en la preparación para la sucesión y el desarrollo de talento. Un GG que prioriza la formación y el empoderamiento de los líderes emergentes puede dejar la empresa en manos capaces, asegurando una transición fluida y una continuidad en la ejecución de la visión estratégica.

En conclusión, el acto de dejar la posta como GG es un arte que requiere sensibilidad, visión a largo plazo y un profundo compromiso con el éxito sostenible de la empresa. En estos momentos, no solo se traspasa una posición, sino también una visión y un compromiso con el crecimiento continuo. La capacidad de soltar el timón en el momento adecuado puede ser la diferencia entre una empresa que perdura en el tiempo y una que queda atrapada en el pasado.

(*) José Castillo Carazas es miembro del Directorio de la UPAL. Es Contador Público Colegiado y Máster en Banca y Finanzas

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