Opinión

Crisis política, social y económica

Por: Martín Valdivia Rodríguez

Los países de Europa y Asia central son los más afectados por la guerra entre Rusia y Ucrania, después de esta última, que es víctima de la invasión, claro está. Desabastecimiento y escasez, alza de precios y desempleo son los principales efectos de este conflicto en el Viejo Continente. En los países de Sudamérica, entre ellos el Perú, las consecuencias son menores. En nuestro país teníamos una inmejorable posición económica, con grandes perspectivas para la reactivación pospandémica, incluso durante el endeble gobierno de Pedro Castillo, pero todo se ha ido al diablo debido a la crisis política y social, por la mediocridad y tozudez por el lado de las autoridades, por el vandalismo y la muerte, debido a las manifestaciones violentas.

Hay dirigentes de gremios de mypes que señalan que esta forzada paralización de las actividades económicas, debido al clima de violencia, bloqueo de carreteras, asaltos y ataques incendiarios, está causando incluso más daño que la pandemia del COVID-19 con los muertos, el pánico al contagio y los confinamientos que provocó. La crisis sanitaria fue causada por la naturaleza, pero la actual situación, también con consecuencias desastrosas, es única y exclusiva responsabilidad del hombre y sus decisiones, sus acciones y omisiones. Lo primero se pudo prevenir, pero esto último, sí. Y eso es lo absurdo.

La guerra que libra Ucrania contra Rusia ensombreció las perspectivas de una recuperación económica pospandémica para las economías emergentes y en desarrollo de la región de Europa y Asia central, según la actualización económica que el Banco Mundial ya daba el año pasado. Por eso, Alemania, Francia y España, además de Estados Unidos, están enviando armas a Ucrania.

Durante varios años, pese a la pandemia y el gobierno de Castillo, Perú se mantuvo como uno de los países de economía más sólida en la región, gracias a la actividad minera, del sector pesquero y la manufactura primaria. Este dinamismo de la economía peruana era acicateado por las grandes ventajas que tendrá nuestro país cuando empiece a operar el megapuerto de Chancay, cuya inauguración está prevista para el segundo semestre del 2024 y que ha causado preocupación en el Congreso de Chile debido a que apunta a convertirse en el principal puerto del océano Pacífico.

Sin embargo, la intransigencia está carcomiendo este gran potencial y estas inmejorables ventajas. Este frenazo de nuestra economía tiene consecuencia que ya estamos padeciendo.Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.

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