Opinión

Con la salud no se juega (II)

Por: Martín Valdivia Rodríguez

El martes pasado, ante la ola de críticas contra el Gobierno, el ministro de Salud, César Vásquez, anunció la presentación de un proyecto de ley para obligar a las farmacias y boticas a tener un stock de al menos el 30 % de medicamentos genéricos. Cuatro días después, el último sábado, el Ejecutivo emitió un decreto de urgencia para disponer lo que estaba planteando en la propuesta legislativa. Estos vaivenes confirman que no hay una estrategia clara respecto a la salud y eso es muy grave.

Según el decreto, la medida tendrá una vigencia de solo cuatro meses, lo que demostraría que el documento fue firmado a regañadientes, solo por salir del apuro ante la presión de la prensa y los gremios del sector salud. ¿Querrán ganar tiempo, acaso, para armar una engorrosa ley que favorezca a las tres empresas farmacéuticas que dominan el mercado de las medicinas? El tiempo lo dirá, pero hay que estar atentos.

Muchas instituciones internacionales, incluso la OMS, recomiendan el uso de medicamentos genéricos porque facilitan el acceso a tratamientos asequibles y de calidad y, además, estimulan la competencia en el sector farmacéutico. Sin embargo, el pasado domingo 25 de febrero perdió su vigencia el decreto de urgencia que establecía multas de hasta dos UIT, equivalentes a 10,300 soles, a los establecimientos privados que no tuvieran un stock disponible de 34 fármacos esenciales.

Sea cual fuere la razón, ya sea por olvido, desidia o presunto favor a la industria farmacéutica, no haber prorrogado la vigencia del mencionado decreto supremo fue un duro golpe para los bolsillos de las grandes mayorías, de los más necesitados, quienes son, precisamente, los más vulnerables a las enfermedades.

Para darnos una idea de las consecuencias de esta negligencia, podemos comparar los precios de algunos medicamentos genéricos con los de marca. Por ejemplo, el blíster de paracetamol puede costar un sol en su versión genérica, pero uno de marca fluctúa entre los 5 y 8 soles, es decir, no el doble ni el triple, sino entre 500 % y 800 % más. Por una caja de metformina, que contiene 100 unidades, se paga hasta 5 soles en su presentación genérica, pero el precio por una de marca bordea los 76 soles. Y una caja de omeprazol de 30 unidades genéricas puede costar menos de 5 soles, pero una de marca 50 soles.

El nuevo decreto de urgencia, dado el último sábado, es momentáneo, perecible, no establece una legislación definitiva sobre la obligación de las farmacias y boticas respecto a los medicamentos genéricos. Una lavadita de manos. Así no se gobierna a favor de las grandes mayorías, realmente una lástima. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.

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