Opinión

¿Cómo se presentan los riesgos en las empresas financieras? Los “evaluadores” ahora son los “evaluados”

El colapso de algunas instituciones financieras en las últimas semanas ha originado que se despierten las alertas en distintos mercados. Según especialistas y reguladores, la crisis crediticia no solamente ha impactado a los bancos sino este efecto llegará también al mercado de capitales y podrían verse afectos fondos de pensiones, emisores de valores e incluso fondos de inversión. Estamos ante lo que se conoce como un potencial “riesgo de contagio” o “riesgo financiero pandémico”.

Muchos inversionistas privados buscan rendimientos mayores a los que ofrece la banca tradicional y han visto en el mercado de capitales una alternativa muy atractiva, la misma que, en los últimos años ha crecido globalmente, en volumen, a un ritmo de 7% por año. En el Perú, por ejemplo, el mercado de las inversiones no solo comprende los mercados supervisados por la SMV; existe además un grupo de empresas “no supervisadas” que ofrecen inversiones privadas enmarcándolas en contratos de naturaleza civil y a través de “estructurados indexados a valores que cotizan en bolsa” ofrecen incluso una renta fija que actualmente, por la volatilidad, no pueden pagar cupones y han generado mucho temor e incertidumbre.

El mayor riesgo dentro de los gestores de inversiones en préstamos o deuda privada es el riesgo de crédito, que no es otra cosa que la probabilidad que un préstamo no se pueda recuperar.

En medio de una economía debilitada, este riesgo aumenta en forma desproporcionada al retorno esperado. Entonces ¿Qué termina ocurriendo en los inversionistas antes esta percepción de riesgo? Dos cosas: (i) O ya no quieren seguir invertidos por lo que requieren el retiro de capital y, si esto sucede de forma masiva la inversión podría no ser capaz de atender el pedido; o (ii) Quisieran más retorno por asumir más riesgo, lo cual depende que la inversión lo permita, y si no fuera así se convierte en una inversión “incómoda” por ser, dada la coyuntura, “poco atractiva”.

Otro riesgo es el “desajuste de la liquidez”. La gestión de una cartera que incrementa el riesgo crediticio implica la ejecución de medidas preventivas y correctivas para “normalizarla”; es decir, para evitar posibles incumplimientos estructurales.

Los inversionistas no informados pueden confundir sus productos financieros con “depósitos a plazo” o un “fondo abierto”, que les permiten libres entradas y salidas. Cuando los retiros deben ser programados y la desinversión depende el “calce” de plazos en los que está colocado el dinero, quizás no sea posible desinvertir de la forma que uno desea y ello puede causar una sensación de que le hayan “secuestrado sus fondos”.

Tranquilidad. Este es un momento de asegurar rentas sin desesperarse, evitar desinversiones que puedan generar pérdidas de capital y evaluar al administrador de la inversión como capitán del barco navegando en aguas turbulentas.

*Gerente General de BLANCO Sociedad Administradora de Fondos S.A.C. y miembro del Directorio de la UPAL. Es Contador Público Colegiado y Máster en Banca y Finanzas

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