Opinión

¡Alerta roja! El estatismo está de vuelta

Por: Fernando Cillóniz Benavides

El estatismo está rondando nuevamente por el ambiente. La narrativa de los estatistas es inconfundible. La demonización de ciertas expresiones los delata. Esa es su función, de eso viven. Lo hacen en las escuelas y universidades. La prensa y las redes sociales – salvo escasas excepciones – son sus medios de difusión favoritos. Se expresan también a través del cine, el teatro, y la literatura.

El problema es que el estatismo es dogmático, intolerante, cínico, indolente, abusivo, ineficiente, híper burocrático, y… 100% corrupto. No hay estatismo – en todo el mundo – que no termine en tiranía elitista, inflación galopante, escasez, empobrecimiento y violencia vandálica. Además ¿acaso no fue eso lo que vivimos los peruanos en los años 70 y 80?

La principal función del Estado debe ser administrar justicia y mantener el orden público. Asimismo, el Estado es fundamental para garantizar el acceso a la salud y educación de todos los peruanos. Sobre todo, de los más pobres. Eso es justicia.

A ese respecto, los estatistas quieren un Estado que todo lo dirija, que todo lo haga, y que todo lo controle. Alucinan con el control de precios. ¡Como si los precios se pudieran controlar! Fijar y controlar precios de la economía: alimentos, vestido, vivienda, medicamentos, servicios de salud, educación, combustibles, energía, agua, transporte, y todo lo demás.

Los no-estatistas queremos un Estado fuerte y eficiente en sus funciones básicas: justicia, seguridad, salud, educación, infraestructura. Y que sea liberador del talento y energía de la ciudadanía. Pero insisto… en ambiente de libertad. Libertad para opinar. Libertad para crear. Libertad para hacer empresa y trabajar. Libertad para transitar y vivir seguros. Libertad para servir y hacer el bien.

Los estatistas se erizan con la expresión “Empresa Privada”. Para ellos, las empresas privadas son la personificación del demonio. Las empresas son todas abusivas y acaparadoras.

Los estatistas aborrecen también palabras como “Intermediarios” o “Services”. Dicho sea de paso, el Estado está a punto de decretar la prohibición de la tercerización laboral – así les llaman a los intermediarios y “services” – en todo el país.

O sea, más desempleo, más informalidad, más pobreza.

Por otro lado ¡ni mencionar la expresión “Libre Mercado” o – peor aún – “Iniciativa Privada”! Se desquician.

Las palabras “Meritocracia” y “Flexibilidad Laboral” les produce sarpullido. Para los estatistas, los conceptos de productividad y eficiencia no cuentan para nada. Y así por el estilo. Los estatistas han demonizado muchas expresiones que no tienen nada de malo. Por ejemplo, minería, agroexportación, Administradoras de Fondos de Pensiones, súper mercados, y hasta las farmacias y clínicas privadas.

CONSEJO FINAL. ¡Tengamos mucho cuidado con los estatistas! Nos pueden llevar nuevamente a la ruina… como en los 70´s y los 80´s. O, para no irnos tan lejos en el tiempo, como en Venezuela y Cuba, actualmente.

La vuelta del estatismo ha encendido la alerta roja en nuestro país. ¡Estamos en situación de peligro máximo!

(*) Exgobernador regional de Ica

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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