Opinión

Aburridos candidatos y apáticos electores

Por: Antero Flores-Araoz

Faltan pocos días para las elecciones regionales y municipales, las que se desarrollarán el 2 de octubre. Si es que no existieran paneles y pancartas en las calles anunciando candidaturas, nadie se habría enterado que tenemos elecciones ad portas para elegir a gobernadores regionales y sus consejeros, al igual que a alcaldes y sus regidores.

Por más que las autoridades electorales se han prodigado en dar a conocer las hojas de vida de los candidatos, así como han procesado las tachas, impugnaciones y cuestionamientos formulados por los ciudadanos, no han logrado prender la mecha del interés de la población.

Ni siquiera los candidatos en su totalidad han querido firmar el compromiso o pacto ético de honor, respecto al comportamiento en la campaña electoral, pues saben por los antecedentes de otras elecciones, que no sirven para nada, que hay candidatos que no cumplen ni con lo que firman y menos con su palabra empeñada.

Algunos medios, tanto escritos, radiales y televisivos, además de algunas redes sociales, entrevistan a los candidatos, los cuales no logran captar el interés de los electores, los que, en un mar de aburrimiento, cambian de página del diario objeto de lectura o en el dial prefieren ir a cualquier otra cosa, pero no escuchar a los candidatos.

Cuando en algún momento y como excepción algunos candidatos se esfuerzan por captar la atención ciudadana, ello dura muy poco pues los debates son intonsos con muchos lugares comunes y generalidades, pero sin determinar cómo ejecutarán sus propuestas para “alcanzar el cielo”. Hablando más claro, no “aterrizan”.

Evidentemente lo aburrido de las exposiciones van de la mano de la apatía de los electores, quienes por diversas motivaciones están ajenos a la campaña electoral, triste por cierto, sin lograrse observar la alegría de los simpatizantes en pretéritas actuaciones políticas.

Es probable que además de lo aburridas de las exposiciones, existan otras causas para conocer las motivaciones de la abulia, apatía, desinterés o como quieran llamar a la actitud de los electores. Se nota que los ciudadanos están desencantados de la política, que millones de peruanos están desilusionados de la acción gubernamental y parlamentaria, lo que los lleva a despotricar de la política y tomar distancia de ella, lo cual es sumamente peligroso pues quienes no creen en la democracia le ponen velocidad a su caminar para terminar con ella.

Es también probable que el tedio que se observa, sea debido a que hay otros asuntos que le interesan más a la población, que ven la corrupción que ronda en el Palacio de Pizarro y en el novísimo de Sarratea, que sufren con preocupación el aumento de precio de los combustibles, del transporte, de los alimentos y de cuantos bienes y servicios requieren para su subsistencia y la de sus familias.

Que también observan que muchos funcionarios en la administración resuelven sus problemas, pero no los de los administrados. Gran pena lo que sucede, pero no dejen de votar, pues la abstención es más tóxica que votar por el peor.

(*) Ex congresista de la República

(*) Ex presidente del Consejo de Ministros

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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