Hoy la Policía rescato a la empresaria trujillana Nilda Arrascue Espinoza que estuvo secuestrada 10 días, y para rescatarla tuvieron que enfrentar a cuatro secuestradores que tenían armas de fuego de largo alcance. En la refriega murió uno de los secuestradores, en una rápida y prolija investigación por los agentes de la unidad de secuestros (DIVISE), uno de los secuestradores también confesó que estuvo involucrado en un secuestro cometido en el mes de junio pasado, contra el empresario Manuel Rodríguez Cruzado, padre de un ex alcalde del distrito de Julcán en La Libertad. Encontraron el cadáver enterrado y la familia luego de una negociación había pagado 120,000 soles por su rescate, este caso nos hace recordar que en los años 90 un empresario de la construcción fue secuestrado en Lima, la familia negocio y pago una importante cantidad de dinero, la policía atrapo a los secuestradores que confesaron que lo habían matado y enterrado en la carretera al surde Lima, un mal policía oficial en actividad estuvo involucrado en este caso y sufrió la degradación publica en su institución y fue preso.
Se tienen referencia de casos que se han dado y donde la familia no ha denunciado por miedo y ha realizado el pago de liberación por su familiar.
Ya en Aprosec lo veníamos advirtiendo: desde el año pasado nuevamente la modalidad de los secuestros planificados se está dando en varias ciudades del país, la prensa ha venido dando cuenta de ello, en un caso por no realizar el pago del rescate fue asesinado el secuestrado, en el último caso la víctima, un empresario de nacionalidad china logró escapar, lo importante hoy es estar muy atento, ser cautos y prudentes en nuestros movimientos y con personas que recién conocemos, es importante proteger información sensible por redes sociales e internet.
A la ya preocupante inseguridad ciudadana que vivimos, hoy se suma otra peligrosa modalidad delictiva: “los secuestros planificados”, que causaron muchas víctimas en el empresariado de ese entonces. La mayoría de casos los cometieron los terroristas del MRTA, pero también secuestradores de origen colombiano estaban involucrados en algunos de ellos, como en el caso de Ingeniero Julio Vera Gutiérrez, constructor y broadcaster.
Este fenómeno delictivo hoy ya no es solo exclusivo de las clases pudientes, también de medianos empresarios y comerciantes, el perfil de las víctimas es de hombres y mujeres de mediana edad, por lo general tripulan autos modernos y no llevan un perfil bajo, además de ser rutinarios, tienen conversaciones de temas sensibles como dinero, negocios o viajes en lugares públicos, donde la delincuencia esta mimetizada, empresarios, ejecutivos y comerciantes son su blanco preferido.
(*) Presidente de APROSEC
(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.
