
Las grandes Marchas por la Democracia que se vienen realizando en nuestro país constituyen sin duda un hecho inédito: la salida a las calles de miles de ciudadanos que, sin identidad partidaria, expresan de esa manera su adhesión a nuestro sistema de libertades públicas implica también el rechazo frontal al sistema comunista que pretenden implantar Pedro Castillo, Vladimir Cerrón y los dirigentes del partido Perú Libre, también conocidos como “Los Dinámicos del Centro”.
El modus operandi totalitario, represivo y antidemocrático de los regímenes comunistas fue puesto en evidencia, una vez más, por la dictadura castrista de Cuba en ocasión de las legítimas protestas realizadas por miles de ciudadanos de ese país el pasado 11 de julio que fueron reprimidas de manera brutal por el gobierno de Díaz-Canel, bajo la dirección del Ministro del Interior, Álvaro López Miera, y con la intervención de los siniestros “Directorios Políticos” de dicho Ministerio y de la policía cubana encargados de mantener la más rastrera lealtad en sus filas al partido único, el Partido Comunista de Cuba.
La llama de la libertad no se ha apagado en Cuba: tal como ocurrió en los países de Europa Central y del Este, ese régimen caduco y policial caerá en algún momento pero no sin antes haber abusado durante décadas de su población sumida en la miseria, carente de derechos fundamentales y sometida a toda clase de abusos mientras la nueva oligarquía comunista se llena los bolsillos y vive a costa de ella en la más absoluta impunidad.
Y eso es lo que tenemos que cortar de raíz en nuestra Patria: que una minoría corrupta y fraudulenta, que ha llegado al Poder utilizando ladinamente las garantías y libertades del sistema democrático para luego provocar su destrucción, culmine su ya iniciado tránsito para copar el Estado y lleve a nuestra Patria a ese “Estado Socialista” (léase totalitario) que consagran la Constitución de Cuba y el plan de gobierno de Perú Libre.
En un régimen comunista como el de Cuba las grandes Marchas por la Democracia, que hoy iluminan las calles y las plazas del Perú, ya habrían terminado violentamente con muertos, heridos y ciudadanos encarcelados.
No podemos ni debemos detenernos. Todos tenemos que cerrar filas por la democracia.
(*) Presidente de Perú Nación Presidente del Consejo por la Paz
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