Opinión

Pasaporte a la eternidad

Por: Antero Flores-Araoz

Usualmente los pasaportes que extienden los países a sus nacionales son para que puedan viajar al extranjero. Bueno pues, el Perú tiene el increíble logro que sus pasaportes permiten viajar a la Eternidad, al más allá, pues para obtenerlos tienen que esperar a que San Pedro baje el dedo y a que ponga en la Superintendencia de Migraciones, adscrita al Ministerio del Interior, a autoridades que por lo menos sepan lo que son los pasaportes y que no son instrumentos para que nos manden al infierno.

También sería deseable que se enteren que el pasaporte es el documento formal de identidad para salir del territorio patrio e ingresar a otros países, así como para consignar los visados que permitan tal ingreso, con la excepción de los nacidos dentro de la Comunidad Andina, que para desplazarse dentro de ello solo tienen que exhibir su DNI.

Hemos observado las interminables y agotadoras colas que hacen quienes requieren de pasaporte para sus viajes internacionales, incluso de los urgidos para atención médica en el extranjero. Hemos visto que pasan la noche en las calles adyacentes a las oficinas de expedición de los pasaportes, para que por lo menos les digan cuando les darán cita para dicho trámite y penosamente la respuesta es “venga en noviembre” cuando estamos recién en abril.

La penosa situación a que nos ha llevado la incompetencia de las autoridades colocadas en la Superintendencia de Migraciones, ha originado que los “noicos” que nunca faltan, aduzcan que la falta de entrega de los pasaportes, es una estrategia gubernamental para que no se salga del territorio patrio. No señor, ello sería fácil de enfrentar con la protesta ciudadana, la cual de nada serviría para que quienes rebuznan, hablen, actúen y resuelvan.

La Contraloría General de la República ha emitido un comunicado informativo, pero tarde, muy tarde, pues lo que debió hacer oportunamente es el control concurrente del que tanto se ufana e instruir a la Oficina de Control Interno de Migraciones para que haga su tarea.

La autoridad migratoria ha tratado de justificar su impericia, desatino e incompetencia, aduciendo que hay desabastecimiento de pasaportes por excesivo requerimiento de ellos, que no ha permitido la contratación oportuna de su confección.  Falso de toda falsedad, pues era harto conocido los requerimientos crecientes de pasaportes y, más después de una pandemia que ha tenido confinados en el Perú a sus nacionales, meses y meses.

Se conoce que cuando la Superintendencia era dirigida por personas eficientes, tenía programada la confección de pasaportes a través de un proceso internacional encomendado a la OACI, con todas las garantías, pero las nuevas autoridades cambiaron la decisión para hacer una licitación con el sistema general de la OSCE, pero lo que es peor, omitiendo la contratación directa permitida por la Ley de Contrataciones del Estado, ante una situación de desabastecimiento.

Desde el 28 de julio de 2021 hasta ahora hemos tenido tres Superintendentes de Migraciones. Como dicen nuestros jóvenes “too much”. Penoso, era una de las pocas instituciones públicas que merecía el respeto ciudadano.

(*) Excongresista de la República

(*) Expresidente del Consejo de Ministros

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