
Después de 20 años, ingentes pérdidas de vidas, decenas de miles de millones de dólares gastados –no fueron invertidos– la formación de una fuerza armada muy bien apertrechada pero que resultó endeble y desmoralizada y un gobierno títere, corrupto y débil, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dispuso un ignominioso retiro de sus tropas de Afganistán conjuntamente con sus socios de la OTAN, dejando el país en manos de los talibanes, un grupo islámico fundamentalista que apoyó a Bin Laden y que, sin duda, anulará los avances modernizadores y de respeto a los DD.HH. que se habían logrado en ese país como consecuencia de la intervención occidental.
¿Cómo pudo Estados Unidos caer en un segundo Vietnam? La respuesta es muy clara: jamás pudo penetrar el tejido social de un país conocido como “sepulturero” de imperios y que ya antes había desalojado a los rusos en 1989 tras nueve años de intensa guerra y millones de muertos.
En Afganistán, nación islámica, tribal y donde aún ejercen poder los señores de la guerra, no hay tradición democrática y mucho menos el apego a un gobierno central que tampoco hizo muchos avances en las diversas regiones del país siempre asediadas por los violentos talibanes.
En el Perú los talibanes criollos son los comunistas que, si bien no profesan una religión, practican un marxismo “congelado” como lo señala Libedinsky que, paradójicamente, ha servido para sustentar regímenes totalitarios y autocráticos y, bajo el cuento de la dictadura del proletariado, ha sometido al vejamen y la pobreza a millones de personas.
Y son estos talibanes los que han llegado al poder en el Perú con el fraude de una nueva Constitución de la cual ni siquiera tienen un proyecto y aprovechando el caldo de cultivo generado por años de gobiernos mercantilistas y corruptos, exacerbado por la pandemia y la crisis económica. Biden se fue Afganistán sin remordimiento alguno. Nosotros no dejaremos que los talibanes criollos se apoderen de nuestra patria.
(*) Presidente de Perú Nación
(*) Presidente del Consejo por la Paz
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