Opinión

2023

Por: Francisco Diez-Canseco Távara

En forma anticipada, el 7 de diciembre, recibimos los peruanos el mejor regalo de Pascua: la caída del incompetente, corrupto y ahora golpista Pedro Castillo, provocada por él mismo, confirmando su incapacidad para ocuparse debidamente hasta de sus más oscuros y personales intereses.

Exigí, en su momento, la renuncia inmediata de Dina Boluarte, señalando que debía cumplir la palabra empeñada de irse con Castillo y por sus antecedentes. Difícil como es la capacidad de renuncia, Boluarte no renunció y asumió constitucionalmente la jefatura del Estado.

Hasta el momento, pese a algunos errores iniciales luego rectificados, está actuando en la dirección correcta, salvo error u omisión. Tenemos que revisar ahora la que debe ser su hoja de ruta hasta la elección general anticipada prevista para abril de 2024, entendiendo que se trata de un gobierno de transición sin base política ni bancada parlamentaria.

Al respecto no me extraña que algunas voces de la oposición a Castillo ahora se opongan a los comicios antelados: es obvio que ahí priman intereses personales o partidarios, tales como la imposibilidad de reelegirse o el cálculo presidencial.

Pero espero que los 91 votos confirmen en la próxima legislatura ordinaria convocada para febrero dichas indispensables elecciones, más alla de esos análisis electorales miopes y efímeros.

Boluarte debe, en primer lugar, recuperar con mano firme el principio de autoridad horadado deliberadamente por Castillo y que ha conducido a las asonadas de las últimas semanas. La acción legal, disciplinada y firme de nuestras Fuerzas del Orden es indispensable, separando la paja del trigo, el extremismo violentista y antidemocrático de la protesta pacífica y legítima.

Con un presupuesto de 234 mil millones de soles, el gobierno de Boluarte debe cuidar una ejecución correcta: que no se queden a fin del 2023 nuevamente 28 mil millones de soles del presupuesto de inversión del Estado sin ejecutar y que los corruptos no se vuelvan a robar 24 mil millones de soles como ha ocurrido el 2022 (esta cifra es repetitiva).

El régimen debe limpiar de senderistas y extremistas las instituciones del Estado. Un buen paso ha sido sacar a los prefectos y subprefectos designados por Castillo lo cual no basta: el clientelaje de este jefe de organización criminal se ha extendido a muchas ramas del Poder Ejecutivo, las cuales deben ser podadas a la brevedad.

Y, por cierto, se requieren reformas políticas de fondo -como la revocatoria del mandato parlamentario- para procurar que accedan al Congreso y, en general, a los cargos públicos ciudadanos probadamente honestos, preparados y con genuina vocación de servicio.

Espero que Dina Boluarte cumpla con hacer un buen gobierno, sin desviaciones cerronistas. No basta con ser la primera presidenta de sexo femenino para pasar a la historia.

(*) Presidente de Perú Nación

(*) Presidente del Consejo por la Paz

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