La comunicación cumple un papel fundamental en las campañas políticas. A través de su equipo de prensa, propaganda, marketing político o como se le quiera llamar en estos tiempos, el candidato puede proyectar una imagen y generar una vinculación con el electorado, los medios de comunicación y con todos los demás actores dentro de un proceso electoral. Por esa razón, resulta difícil comprender la escasa preocupación que ha tenido la mayoría de los postulantes en el último proceso electoral por formar equipos de prensa y propaganda, como se les decía antes, para lograr el éxito en sus campañas.
Los equipos de pocos candidatos desarrollaron un trabajo eficiente en la difusión de las propuestas electorales. La gran mayoría naufragó en un mar de desconocimiento e improvisación. Por ejemplo, casi todos no tenían la menor idea de cómo se redacta una simple nota de prensa, como se pudo constatar en los medios de comunicación, donde se sufrió un dolor de cabeza para descifrar lo que pretendían decir, para armar una nota informativa publicable.
Hay técnicas de redacción básicas, como la pirámide invertida, que permiten escribir diversos tipos informativos, entre ellos la nota de prensa. Sin embargo, el material que llegaba a los medios procedente de los equipos de campaña de los candidatos, salvo escasas excepciones, carecía de esos fundamentos básicos del periodismo, que además tienen que ver con el orden, la claridad y la elocuencia.
Si se falló en un aspecto tan elemental, peor aún fue en lo que concierne a estrategias de marketing político, que tienen que ver con el análisis, la planificación y la ejecución de acciones destinadas a captar la atención y la preferencia de los electores. Esto es, por ejemplo, el análisis del electorado, el refuerzo de la imagen del candidato, la difusión de las propuestas por los canales adecuados, la interacción en las redes sociales y el empleo de los medios de comunicación tradicionales.
Varios candidatos a alcaldes o gobernadores regionales tenían un caudal electoral considerable, buenos planes de gobierno y, por su experiencia, formación profesional y habilidad verbal, proyectaban una buena imagen, pero carecieron de equipos de prensa y marketing político idóneos para llevar adelante sus campañas. Un detalle que los llevó a perder la elección. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.
