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Trasbisnieto del inventor de la locomotora Fairlie llega a raíz de su árbol genealógico

Peruano David Fairlie viajó a pueblo de Gales donde la máquina, patentada en 1864 y traída por su tatarabuelo de Inglaterra a Arequipa en 1892, aún sigue funcionando

En 1892, Robert George Fairlie, un ingeniero de origen escocés, llegó a Arequipa trayendo de Inglaterra una máquina construida por su padre. Se casó, tuvo dos hijos y murió tempranamente, en 1904. Sus hijos crecieron oyendo las historias de tu abuelo, Robert Francis Fairlie, un ingeniero ferroviario famoso. La leyenda pasó de generación en generación. Uno de los trasbisnietos del inventor, David Fairlie, recientemente viajó a Dublin (Irlanda), de donde pudo trasladarse a una ciudad de Gales donde la máquina, inventada por su trasbisabuelo y traída el Perú por su tatarabuelo, increíblemente aún sigue funcionando.

David Fairlie cuenta la increíble historia en Twitter, donde publicó fotografías de su tatarabuelo y de su viaje por el Reino Unido, donde están sus raíces paternas. Refiere que quedó fascinado al descubrir la verdad de la máquina que había creado Robert Francis Fairlie. Bautizada con el apellido familiar, las locomotoras Fairlie se caracterizan por su peculiar diseño. Se trata de un tren de dos caras opuestas, como dos personas que se dan la espalda, lo cual facilita la tarea de cambiar de dirección de norte a sur o de este a oeste en cuestión de segundos.

Las locomotoras Fairlie están históricamente asociadas con el Ferrocarril de Ffestiniog, en Gales, pero se usaron en Estados Unidos, Rusia, India, México y varios países de Sudamérica, entre ellos Perú, lo cual dice mucho de la importancia del invento, que revolucionó los medios de transporte en la segunda mitad del siglo XIX.

EL VIAJE

Precisamente, durante su viaje familiar al Reino Unido, David Fairlie se percató que el último terminal existente de las locomotoras Fairlie estaba en Ffestiniog, una comunidad de Gwynedd, en Gales, ubicada a cuatro horas de Dublin, lugar donde él se encontraba. Sin pensarlo dos veces, decidió dirigirse a ese lugar, no sin antes consultar los detalles de la estación ferroviaria en el Facebook. El encargado de la página le preguntó si tenía algún parentesco con el apellido Fairlie, a lo que él le contó la historia de su tatarabuelo. Entonces pactaron una cita.

El gerente recibió a David Fairlie amenamente; mientras caminaban y hablaban, la locomotora Fairlie pasaba por su lado, emitiendo su particular sonido. Tuvo una sensación increíble que lo hizo estremecer. “Fue un momento mágico. Ver por fin la máquina de la que tanto me había hablado mi abuelo y que ni siquiera él había podido ver en funcionamiento…”, afirma. Terminada la reunión y confirmado el parentesco con el inventor, le invitaron a hacer una nueva visita.

HISTÓRICO DÍA

Al regresar, grande fue su sorpresa al ver que el personal de la estación lo esperaba entusiasmado con fotógrafos. Le habían organizado una ceremonia especial. El historiador de la central también le dio la bienvenida y comentó que tenía conocimiento de los familiares de Fairlie en Perú, pero no sabía cómo contactarse con ellos.

Para terminar el histórico día, subió a la locomotora creada por el padre de su tatarabuelo. David Fairlie, emocionado, ingresó primero al vagón principal con vista panorámica y observó fascinado el paisaje galés. En la segunda parada, el maquinista le invitó a ingresar a la cabina operaria. Luego le permitió conducir y le dio el silbato para anunciar la parada. Lo que vivió fue espectacular.

Había seguido las huellas de sus ancestros hasta llegar al punto de partida. El llamado de la sangre, la búsqueda del origen, le había permitido recorrer todo su árbol genealógico hasta llegar a la raíz. (Leonardo Favio Lazón)

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