
“Te lo dije” es una de las expresiones más antipáticas de escuchar. Significa que uno ha metido la pata en alguna cuestión importante. Vamos, que la ha embarrado.
Pues bien, hoy a la luz de las investigaciones fiscales me dirijo a ti, amable lector, para llamar nuevamente tu atención: te lo dije desde el primer momento, el gobierno de Pedro Castillo es un desastre. No proviene de un partido político sino de una denunciada organización criminal. No administra sino, según indica la prensa independiente, lo utiliza como objeto de rapiña. Está en el poder no para desarrollar a la patria, sino aparentemente para saquearla. No tiene autoridades presentables, porque –como ya está comprobado- muchos de sus funcionarios exhiben vastos prontuarios penales.
Te lo dije: Castillo no es el pobre profesor de primaria, sino que, como se viene demostrando, sería un falsificador de títulos académicos. Negó que tenía un despacho paralelo en Sarratea. Negó querer cercenar el territorio nacional, pero ofreció mar para Bolivia. Desconoció los delitos de su secretario Bruno Pacheco y, sin embargo, su amiga personal –a la que también quiso desconocer- Karelim López, ha denunciado vínculos turbios.
Aseguró que lo habían sorprendido con la celebración del cumpleaños de su hija, y los vídeos demuestran cómo sus allegados armaron la cuchipanda. Dijo respetar la libertad de expresión, pero permite que su seguridad hostigue a los reporteros. Podría seguir la lista de actos a todas luces indecorosos de quien ocupa el sillón presidencial, pero basta con lo dicho.
Entre tanto también te lo dije: la vicepresidente Dina Boluarte participó del proceso electoral sin renunciar oportunamente al cargo que ejercía en el Reniec; siendo ministra y congresista atendió asuntos privados a sabiendas de que estaba prohibida por ley, y ahora debe ser inhabilitada.
Igualmente, te lo dije: han pasado 57 ministros en apenas nueve meses y no podemos hablar de políticas públicas estables porque tenemos como PCM a un obcecado defensor de Hitler, dedicado a una campaña absurda para impulsar la inviable constituyente.
Igual te dije que la crisis económica se agudizaría; y hoy ya sabes cómo es llegar a la quincena en rojo y sufrir porque la inflación galopa, mientras cae el empleo y todas las alertas se disparan ante la inminente crisis alimentaria.
Te dije que tuvieras cuidado en juzgar al Congreso porque, así como hay un puñado de parlamentarios probos y decentes, también hay una larga lista de impresentables que trafican con sus cargos para llenarse los bolsillos. Te dije, por lo demás, que tuvieras mucho tino frente a las propuestas de los radicales; y en este momento ves cómo la ideología comunista destruye la inversión privada.
Sí, querido lector, te dije muchas cosas y te advertí de tantas otras. Pero no reaccionaste oportunamente. Criticabas y hasta te reías de las marchas de los ciudadanos comprometidos con la democracia, pero finalmente te das cuenta de que esto no da para más.
Ahora que ya entendiste el tema. Hoy que vives las consecuencias de la enorme crisis moral en la que estamos sumidos, sal de tu zona de confort y reacciona. Solo tú sabes que debes participar en el cambio y sabes también que para sacar a este gobierno no podemos esperar a nadie, la restauración democrática depende de ti. Toma la calle y protesta hasta que Castillo caiga, ya no tienes de otra.
(*) Analista político
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