Después de destrozado el ejército profesional en San Francisco, la próspera ciudad de Iquique y puerto principal del sur peruano era abandonado por sus autoridades. Toda esta campaña en defensa de nuestro territorio la peleó el coronel Francisco Bolognesi quien también estuvo presente en el triunfo de Tarapacá para seguir la penosa marcha hacia Arica y reunirse con la superioridad peruana allí agrupada.
Bolognesi salió de su hogar en Lima a pelear, a defender nuestro territorio y cumplió su deber de soldado hasta las últimas consecuencias, él no iba a una guerra a estar en reuniones de gala y menos en paseos; ante esto no conocemos como es que hayan aparecido las llamadas charreteras de Bolognesi en Chile, distintivo que es usado de adorno en el uniforme militar.
Roque Sáenz Peña uno de los sobrevivientes de la batalla de Arica dijo en sus recuerdos: “Cuando volvimos al campo de los muertos buscando los cadáveres de Ugarte y de Zabala, encontramos el cuerpo frío del que fue nuestro jefe.
Me detuve un momento en contemplarlo y aún conservo la impresión que me produjo la disposición del cadáver profanado momentos antes; los bolsillos del pantalón estaban vueltos hacia fuera, se le había despojado de la chaquetilla y de las botas y un feroz culatazo le había descubierto la parte superior del cráneo, derramando la masa cerebral sobre el tosco lecho de granito”.
Es decir que Bolognesi usó en el momento de la batalla una chaqueta y obviamente no iba a lucir allí charreteras por ser innecesarias y así lograr mayor facilidad de movimiento en la lucha que se sabía era desigual.
Pero este testimonio no es el único, existe otro mucho más concreto y lo tenemos exhibiéndose en el Museo de los Combatientes del Morro de Arica, se trata del uniforme de gala del coronel Francisco Bolognesi con sus respectivas charreteras, y obviamente este debería estar en Lima porque un soldado, como ya lo hemos dicho, no iba a una guerra con uniforme de gala sino con lo más liviano para entrar en combate como justamente fue el destino de nuestro máximo héroe del ejército. En el mencionado museo uno observa el uniforme completo y una leyenda dice: “Prendas del uniforme de gala del coronel Francisco Bolognesi Cervantes compuesto por levita y bicornio donado por la bisnieta del héroe doña Ana María Bolognesi”. En este recinto histórico las charreteras son exhibidas con el desgaste del tiempo y mantienen su forma, mientras las entregadas recientemente parece que las hubieran confeccionado hace unos días y algo más grandes que las exhibidas desde hace mucho tiempo en el museo.
Por este motivo en los oleos de Juan Lepiani, La Respuesta y El Último Cartucho observamos a Bolognesi con su chaquetilla de combate y no con un uniforme de gala con charreteras incluidas, de tal manera que el artista plasmó en su obra el realismo del momento por la cual pasaban nuestros defensores.
No sabemos cuáles son los criterios por los cuales se asume que las charreteras entregadas los primeros días de junio de este año, sean las de Bolognesi, cuando hubo 4 coroneles y otros 4 tenientes coroneles en Arica el 7 de junio de 1880, y más aún cuando en Lima se exhibía durante décadas el uniforme de gala completo del coronel Bolognesi.
En momentos como este, cuando tenemos autoridades con falta de idoneidad y de carencia de cultura histórica, tenemos el derecho de cuestionar esta entrega porque existen elementos más que suficientes de duda que nos conducen al error.
(*) Abogado y excongresista
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