Ayer quedó claro que ni el sistema parlamentario unicameral ni el bicameral son receta infalible para el desarrollo de una nación. Veíamos cómo en países desarrollados como Dinamarca, Finlandia y Suecia hay una sola cámara, modalidad que también rige en Burkina Faso, una de las naciones más pobres del mundo. Por otro lado, existen dos cámaras en Estados Unidos, España y Brasil, los tres de gran poder económico, pero también en Haití, donde —según el Banco Mundial— el 60% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza.
En medio de esta coyuntura difícil y complicada, con una crisis política, económica, sanitaria y posiblemente alimentaria con alerta mundial de hambruna, en el Congreso de la República se han presentado siete proyectos de ley para dejar de lado el sistema unicameral y volver a instaurar una Cámara Alta y una Cámara Baja, de senadores y diputados, respectivamente. En una de estas iniciativas legislativas, incluso, se plantea contar con 100 senadores y 180 diputados, lo que significaría que, de los 130 congresistas que tenemos hoy, pasemos a 280 parlamentarios. Serían 150 escaños más con sus respectivos equipos de asesores.
Según la presidenta del Parlamento, María del Carmen Alva, “al contar con un sistema bicameral se cumplirían mejor las funciones de legislar, de control político y de representación del Congreso, porque se evitaría duplicar funciones entre la cámara de senadores y diputados”. Según ella, “la bicameralidad es importante porque mejoraría la calidad de las leyes y reduciría el número de autógrafas observadas por el Poder Ejecutivo”.
Repetimos, para tomar una decisión tan importante para el país es necesario analizar el tema con seriedad y a profundidad. Además, hay que considerar que estamos en un momento especial de la historia debido a las adversidades (pandemia, guerra, crisis política y económica, etc.) que enfrentamos.
Hace unos años, el especialista parlamentario José Antonio Cevallos Scudin elaboró el informe de investigación “Antecedentes históricos y normativos del Bicameralismo en el Perú y la legislación comparada”, donde consignaba las ventajas y desventajas del sistema bicameral, según el doctor Marcial Rubio Correa, exministro de Educación y autor de varios libros sobre derecho constitucional y el sistema jurídico. ¿Leyeron ese informe los congresistas que respaldan o rechazan los mencionados proyectos de ley? El debate está abierto, pero hay que documentarse. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.
