Hay gran expectativa sobre el mensaje a la nación que dará hoy la presidenta Dina Boluarte en el Congreso. Siempre ha concitado interés lo que va a decir quien conduce el país en esta fecha por Fiestas Patrias.
Sin embargo, en esta oportunidad se ha generado una especie de ansiedad, tanto en quienes respaldan a la jefa de Estado como en sus detractores. En estos últimos, el interés es especial debido a la coyuntura política y a la consigna de hacer hasta lo imposible para que este gobierno caiga; sueñan con ver caer la gota que derrame el vaso.
Dina Boluarte se anotó un punto con la elección de la Mesa Directiva del Congreso con una fórmula en la que tiene menos anticuerpos.
Su presidente es Alejandro Soto, de APP, un partido muy cercano y condescendiente con el actual régimen. Lo acompañan Hernando Guerra-García, de Fuerza Popular (primera vicepresidencia); Waldemar Cerrón, de Perú Libre (segunda vicepresidencia), y Roselli Amuruz, de Avanza País (tercera vicepresidencia). A excepción del hermano de Wladimir Cerrón, los demás representan a bancadas más amigas que
enemigas. Pero ver juntos a un cerronista y a un fujimorista en una misma mesa es un indicativo de lo dúctil que puede resultar hasta el hueso más duro de roer.
El denominado “bloque democrático”, que respalda a Dina Boluarte, obtuvo 77 votos en la elección de la Mesa Directiva, contra apenas 39, que fueron los que logró la alianza “centro izquierda”. Esas cifras representan el respaldo y rechazo aproximado de Dina Boluarte en el Congreso; ni si quiera restando los 12 escaños de Perú Libre, la oposición a su gobierno sería mayoritaria.
De tal modo que en el Congreso la presidenta no tendrá muchos problemas, lo que posiblemente se confirmará hoy, cuando llegue al Pleno para dar su discurso. La rechifla estará en el lado los congresistas motejados como caviares y los leales a Pedro Castillo —a quienes el destino ha vuelto a juntar—, a los que se suman “los niños”. No faltaba más.
Aún cuando hay varios gremios y frentes populares que persisten en la renuncia de la presidenta, el cierre del Congreso y nuevas elecciones, la llamada “Toma de Lima” demostró que lo que más pide la calle es fuentes de empleo para generar recursos en estos tiempos difíciles. Además de trabajo, los otros temas de urgencia son la inseguridad ciudadana, la corrupción y la crisis sanitaria, pues pasó el covid, pero vino el dengue
y vendrá el Fenómeno El Niño, que también puede causar problemas de salud y escasez de alimentos. Veremos qué dice la presidenta Dina Boluarte en su discurso de hoy. Porque lo que digo y escribo siempre
lo firmo.
