Opinión

Prensa y Fuerzas Armadas: En la mira del Gobierno

Por: Víctor A. García Belaunde

Desde el 28 de julio del año 2021 la nación debió empezar a celebrar lo que debía ser una fiesta por los 200 años de nuestra independencia, pero la actual administración gubernativa empezó por eliminar como sede del Poder Ejecutivo el Palacio de Gobierno, lugar desde el cual los presidentes democráticamente elegidos tradicionalmente dirigieron los destinos de nuestro país.

Posteriormente, se descubrió que el designado como canciller del Perú fue un guerrillero capturado, enjuiciado y condenado por el poder judicial y que la dictadura militar de Velasco Alvarado lo amnistió. Este personaje manifestó que quienes iniciaron el terrorismo en el Perú fue nuestra Marina de Guerra, el ultraje conllevó a su salida.

La vorágine de sucesos que padece el Perú es tal, que un escándalo cubre al anterior y para evitarlos, el gobierno ha propuesto al Congreso un proyecto de ley que salvaguarde la información reservada a la que se tiene acceso por el cargo o función que desempeñan los operadores de justicia y las partes procesales. En otras palabras, castigar a quien provea de información a la prensa, con el propósito de evitar titulares y escándalos contra el presidente y su selecto grupo de colaboradores.

El programa Cuarto Poder destapa un nuevo filón de corrupción de la familia del presidente y emiten una filmación donde se aprecia a la cuñada del mandatario, Yenifer Paredes, ofreciendo obras de saneamiento en una de las comunidades del distrito de Chadin en Chota, luciendo una casaquilla de la firma J. J. M. Espino Ingeniería y Construcción SAC, estaba acompañada del gerente de dicha empresa Hugo Espino Lucana, quien registra varios ingresos a Palacio de Gobierno junto a la señorita Paredes.

Los mismos periodistas continúan sus investigaciones y son secuestrados durante cinco horas por las llamadas rondas campesinas, siendo obligados a leer un comunicado en vivo por televisión para salvaguardar su integridad física. La condena se hizo casi unánime mientras los allegados al gobierno no le daban importancia.

Defendiendo a las ronderos que secuestraron a los periodistas el premier Aníbal Torres no se le ocurrió mejor halago que decir: “(las rondas campesinas) combatieron el delito real y efectivamente desapareció el abigeato… ya quisiéramos que nuestras fuerzas policiales y nuestras Fuerzas Armadas brindaran la misma seguridad a todo el país”.

El comunicado N°005-2022 del Comando Conjunto de las FFAA, lamentó las declaraciones del premier que desvirtúan la abnegada labor que desempeñan los integrantes de la FFAA y policía nacional al servicio de la nación. El malestar al interior de los altos mandos militares ante esa comparación y superposición de un sistema rural y básico de defensa, no es admitido por quienes con su profesionalismo tuvieron el éxito de Chavín de Huántar o la defensa de nuestro territorio en el Cenepa.

El ataque a la prensa se ha ejecutado con el secuestro de los periodistas de Cuarto Poder, y para doblegar a nuestras FFAA se les humilla con comparaciones que intentan doblegarlas.

¿Aparecerá otro escándalo que cubra al actual? o ¿se continuará en los ataques contra la prensa y las FFAA?

(*) Abogado y excongresista

(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.

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