Opinión

Pongamos nuestro dinero a trabajar

Por: José Castillo Carazas

Es común que las personas asocien “guardar” el dinero en un banco con “invertir”. Si bien es cierto, un producto de ahorros que paga un interés es un producto de inversión, no necesariamente es lo que se necesita para acumular el capital requerido para alcanzar la meta financiera; por esta razón, si queremos ser “financieramente saludables”, debemos tomarnos un tiempo en mirar los productos de inversión que existen. Para empezar a invertir necesitamos hacernos las siguientes preguntas:

a) ¿En que debería invertir? Es imprescindible que nos tomemos un momento para evaluar nuestro “perfil de riesgo”; es decir, la capacidad que tenemos para tolerar fluctuaciones o cambios en los mercados que puedan afectar nuestro capital.

b) ¿Dónde debería invertir? Independientemente del producto que elijan, existen dos caminos básicos de inversión: (i) El “regulado”, que es aquel que supervisa la SBS y/o la SMV y (ii) El “no regulado”, que está compuesto por asesores de inversión que no son supervisados y crean productos propios. Nuestra sugerencia es que siempre elijan el camino regulado para una mayor seguridad en el manejo de su inversión.

c) ¿Qué producto es el más recomendable? En el mundo de las inversiones existen básicamente cuatro tipos de productos: (i) Los depósitos bancarios; (ii) Los instrumentos de renta fija; (iii) Los instrumentos de renta variable; y (iv) Las inversiones alternativas. Una persona, dependiendo del capital con el que cuente puede tener presencia en los cuatro tipos de productos; siempre y cuando así lo haya definido su perfil de riesgo.
Los depósitos bancarios son aquellas inversiones que pueden tener capital garantizado. En el Perú, los depósitos están respaldados hasta un monto aproximado de S/. 121,000. Los instrumentos de renta fija distribuyen sus rendimientos de manera periódica y su capital es retornado al vencimiento; sin embargo, pueden sufrir fluctuaciones en el valor de su capital durante la vigencia de la inversión. Los instrumentos de renta variable buscan generar acumulación de capital; pueden distribuir dividendos, pero su enfoque es a crecer de valor en el largo plazo y; por ello, están muy afectos a las volatilidades de mercado. Finalmente, las inversiones alternativas tienen características particulares y personalizadas respecto a su inversión, seguridad, retorno y devolución. Recomendamos informarse a detalle antes de invertir en estos productos.

d) ¿Cuál es el horizonte de mi inversión? El plazo es una variable que ayuda a determinar que tanto podemos apostar en productos de mayor rentabilidad en el largo plazo. Si necesitamos el dinero a 3 meses e invertimos en instrumentos de renta variable, en caso haya alguna fuerte volatilidad, podríamos perder capital y alejarnos del objetivo de inversión.

e) ¿En qué moneda debo invertir? La lógica en el Perú indica “en dólares”; sin embargo, mucho depende de la moneda de ahorro y la moneda del objetivo financiero. En función de ello, podemos elegir la moneda que más convenga.

(*) José Castillo Carazas es Gerente General de BLANCO SAF
(*) Miembro del Directorio de la UPAL, CPC y Máster en Banca y Finanzas

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