Para que haya bienestar en la población de un país es necesario que existan fuentes de trabajo, la única actividad decente que les permite a las personas satisfacer sus necesidades. Y para que se genere empleo es indispensable que haya producción, industria, agroindustria, comercio, exportaciones e importaciones. Eso es, justamente, lo que busca el Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC), que este año tiene como sede al Perú.
En primer lugar, el Perú, como anfitrión de APEC, podrá fortalecer su imagen internacional y su influencia económica y comercial en muchos países del mundo, especialmente en aquellos con los cuales tiene tratados de libre comercio, que son 14 economías integrantes de APEC, entre ellas Australia, Canadá, China, Estados Unidos, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Singapur, Tailandia, Vietnam, entre otras
Solo en el 2021, las exportaciones peruanas a las economías de APEC totalizaron más de 67,500 millones de dólares, debido a la apertura de mercados y la reducción de obstáculos al comercio y la inversión. Además, nuestro país ha incrementado enormemente su intercambio comercial con los miembros del APEC, pues pasó de un promedio anual del 10.6 % entre 2000 y 2022 a 66.9 % a partir de este último año. En términos económicos y de generación de puestos de trabajo, eso es muy positivo para el país debido que dichos beneficios repercuten en el bienestar de la población.
Así las cosas, es absurdo, incomprensible e irracional que se pretenda boicotear el APEC con una paralización que empezó como un reclamo legítimo de medidas más efectivas contra las extorsiones y el sicariato, pero que ahora es aprovechado por agrupaciones políticas que pretenden generar el caos, que es conveniente a sus intereses, pero que perjudica enormemente al país y a la población.
El Perú está en los ojos del mundo, pues APEC se ha convertido en una vitrina que le da la gran oportunidad de mostrarse como un país rico en recursos naturales, con un gran potencial económico, reglas claras, estabilidad social y gente trabajadora y pujante.
Se estima que por el APEC llegarán al Perú 15,000 visitantes, entre mandatarios, delegaciones oficiales, empresarios y periodistas. Esas personas necesitarán hoteles, restaurantes, bancos, centros de entretenimiento, tiendas de artesanías y souvenirs. Su presencia, sin duda, será muy provechosa para comerciantes, hoteleros, chefs, artesanos, etc. Sería contraproducente, perjudicial y hasta nocivo obstaculizar el desarrollo del APEC con medidas violentas y temerarias que han tomado un trasfondo político oportunista siendo el único gran perjudicado el Perú. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.