Opinión

Nombres e historia en el Parlamento

Por: Víctor A. García Belaunde

En el Congreso de la República se han dado nombres a edificaciones, salas o los servicios de proyección cultural como la biblioteca con el propósito de perennizar personajes sin que estos tengan que ver con la institución legislativa.

Al parecer todo se inicia en los 80’ en el primer gobierno del APRA cuando en el hall de los pasos perdidos se les ocurre poner bustos de los presidentes de las Constituyentes que ha tenido el Perú y así cada presidente de turno del Congreso estaba junto al nombre del homenajeado. Esta práctica se volvió a realizar para erigir un busto a Juvenal Ordoñez, que parece un recuerdo a quien se le ocurrió paralizar el congreso una semana de cada mes, e instaurar lo que hoy conocemos como “semana de representación”.

Los bustos de Ernesto Alayza Grundy y Mario Polar Ugarteche constituyen un verdadero homenaje a patricios de nuestro pasado reciente, y en el mismo corredor se ubica el busto dedicado al poeta Mariano Melgar, célebre por morir fusilado en Umachiri (12/3/1815) y considerado prócer de nuestra independencia.

En la segunda planta del Palacio Legislativo existen las salas “Daniel Alcides Carrión”: el mártir de la medicina peruana; “Juan José Inclán”: ex parlamentario y héroe nacional que murió en el morro de Arica; “Leoncio Prado”: héroe de la guerra de 1879; “Mariano de los Santos”: héroe de Tarapacá y hubo antes una sala llamada “Daniel Estrada Pérez” que después lo ocupó la Comisión de Justicia.

En la primera planta en el entonces sector del Senado tenemos las salas: “Francisco Bolognesi”, el hall de salida lo han llamado “Francisco Javier de Luna Pizarro” y en el sector de Diputados tenemos la Sala “Miguel Grau” en cuyo sótano se ubican las salas “María Elena Moyano”: mártir civil de la resistencia contra el terrorismo y la sala “Abelardo Quiñones”: héroe máximo de la aviación peruana. Y en el sector más exclusivo del Palacio Legislativo se encuentran 4 salas con nombres de los pensadores peruanos más importantes: José Carlos Mariátegui, Víctor Raúl Haya de la Torre; Víctor Andrés Belaunde y Jorge Basadre.

En el edificio Haya de la Torre las salas donde sesionan las Comisiones son: “Carlos Torres y Torres Lara”: parlamentario recordado por ser el autor de la Ley de Interpretación Auténtica que permitió un tercer mandato de Alberto Fujimori; Fabiola Salazar: parlamentaria fallecida en un accidente automovilístico; Luis Bedoya Reyes: reconocido político peruano; Martha Hildebrandt: lingüista y expresidente del Congreso; “Mariscal Domingo Nieto”: importante general republicano y “Túpac Amaru” el revolucionario de 1780.

Los edificios del Parlamento tienen nombres que distinguen a personalidades que pasaron por el Congreso, el edificio José Faustino Sánchez Carrión en homenaje al tribuno de ese nombre, le siguen los edificios Luis Alberto Sánchez y Fernando Belaunde; el primero uno de los más influyentes políticos peruanos del siglo XX y el segundo un exparlamentario que llegó dos veces a la presidencia de la República por el voto popular, y el edificio “Roberto Ramírez del Villar” un ex diputado de impecable trayectoria. Contrario a esto está el edificio construido en la Av. Abancay nombrado “Juan Santos Atahualpa”, quien se levantó contra los españoles en 1742 y desapareció sin dejar rastro, pretendiendo restablecer el imperio incaico.

Un ejemplo de la incoherencia es la llamada “Biblioteca César Vallejo”, denominada así porque Vallejo era de La Libertad y quien lo propuso también. Cuando debió lla- marse “Biblioteca Ricardo Aranda Vargas Machuca”, el ex oficial mayor de la cámara de diputados que salvó todo su archivo y biblioteca y lo escondió para que no cayera en manos de los chilenos durante la ocupación de Lima; lo mismo hizo el Sr. Felices Oficial Mayor del Senado que rescató todo el acervo documental de su Cámara. Ambos devolvieron todo cuando el Congreso volvió a sesionar en 1884. Siendo estos los nombres por rescatarse, los que construyeron la memoria histórica, y es a ellos a los que debemos perennizar en nuestras instituciones de acuerdo con la especialidad, la trascendencia y el legado histórico.

(*) Excongresista

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