Opinión

¡No hagamos de la política un vil negociado culpable!

Por: Juan José Uchuya Maurtua

El filósofo griego Aristóteles, sostenía con mucha razón que “no se enseña ética para saber que es la virtud, sino para ser virtuosos”. En estos tiempos de dolor y muerte a causa del COVID 19, podemos comprobar que algunos congresistas que pasaron por la universidad, no aquilataron tal enseñanza, pues sabiendo qué es la virtud, no la practican; antes bien, hacen denodados esfuerzos para mostrar a la opinión pública degeneración y depravación moral, impulsando proyectos de ley a favor de la despenalización total del aborto, el homicidio piadoso y la instigación al suicidio, los cuales atentan contra el derecho constitucional a la vida digna desde la concepción hasta la muerte natural. Conocer la virtud y decidir no ser virtuosos, puede ser comprensible, si aceptamos que su conducta se ajusta al ejercicio de su libre albedrío. Sin embargo, promover con premura y desesperación su agenda ideológica en época electoral, constituye, a nuestro criterio, un acto de maldad y egoísmo libertino.

Estos hechos nos recuerdan el denominado “Género Voluptuoso”, que es una forma de vida en la cual el hombre es dominado por sus orientaciones sexuales, por los vicios y la concupiscencia, convirtiéndose en un esclavo de una vida indigna más cercana a lo animal, y diabólico, que a lo racional y virtuoso. Marco Aurelio en sus “meditaciones” precisa que: “En la constitución del hombre el deber preponderante es el bien común, el segundo es no ceder ante las pasiones corporales, porque es propio del movimiento racional e inteligente marcar sus confines y no dejarse vencer por el movimiento sensorial o impulsivo”.

Carolina Lizárraga congresista del Partido Morado quiere aprobar en tiempos de pandemia, una ley que no busca el bien común, que no es prioritaria en la lucha contra el COVID 19, que no favorece en nada a la mujer, mediante la cual, los peruanos podrán definir su identidad ignorando su sexo biológico, y en abierta colisión con la ciencia, hacer prevalecer la autopercepción e incongruencia entre su sexo y su atracción u orientación sexual. El proyecto, motivado por un “movimiento sensorial e inductivo” se verá nuevamente en la comisión de la mujer el lunes 25 de marzo, y consideramos que debe ser previamente visto y dictaminado por la comisión de constitución, pues “prohíbe los esfuerzos que pretendan cambiar la orientación sexual, identidad de género, o expresión de género…”, con lo cual se afecta y restringe los derechos constitucionales a la libertad de creencia, la libertad de conciencia de los padres de familia respecto a sus menores hijos, de los profesionales de la salud, respecto de sus pacientes, de los sacerdotes y pastores, respecto de sus fieles. De aprobarse esta iniciativa legislativa sin previo dictamen de la comisión de constitución, los “fedayines del mal” aprobarían “la ley mordaza”, a fin de perseguir y poder encarcelar a sacerdotes y pastores que se opongan a la sodomita Ideología de Género.

Por otro lado, considerar que la transexualidad es un “derecho humano” es un despropósito discriminatorio, irracional, e inconstitucional pues no se puede legalizar ni privilegiar la depravación sexual o moral de una minoría. En efecto, además de otorgarle el reconocimiento legal a la patológica autopercepción mental, ajena a la biología, la genética y la neurociencia, busca obligar al Estado a garantizar “ la disponibilidad de programas y servicios para la atención mental en número suficiente, en todo el territorio nacional, y el acceso a prestaciones de salud mental adecuadas y de calidad, incluyendo intervenciones de promoción, prevención y recuperación y rehabilitación”. Es una inadmisible disposición del gasto público del sector salud; que le quita la posibilidad de priorizar la atención hospitalaria a miles de mujeres y niñas afectadas por esta peste mortal, para satisfacer el sueño perverso de los hombres que quieren convertirse en mujeres, y mujeres que quieren ser hombres.

(*) Abogado Constitucionalista y Derecho de Familia

(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.

Related Articles

Agregue un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *

Check Also
Close
Back to top button