“Necesitamos un GEIN contra la delincuencia”

• Jaime de Althaus señala que los generales José Baella, Marco Miyashiro y José Luis Gil, especialistas en inteligencia, eran una buena opción para el Ministerio del Interior.

POR: ENRIQUE RODRÍGUEZ JIMÉNEZ

El periodista y analista político, Jaime de Althaus, opinó que por su falta de liderazgo frente a la inseguridad ciudadana y los trabajos de prevención frente al Fenómeno El Niño, la presidenta Dina Boluarte ha desaprovechado dos oportunidades para consolidar su gobierno.

¿Cómo analiza el nombramiento del nuevo ministro del Interior?

El Ministerio del Interior necesita de un liderazgo fuerte. Para la lucha contra la inseguridad necesitamos un liderazgo presidencial, pero ya vemos que la presidenta no la va a encabezar. Esta lucha debería reunir a los alcaldes de los distritos en emergencia, impulsar comités de seguridad ciudadana, y exigirle a la Policía que fortalezca todo lo que tiene que ver con inteligencia e investigación para desmantelar todas estas bandas extorsionadoras, como el “Tren de Aragua”. No podemos dejar que el crimen, la extorsión, la inseguridad ciudadana, sigan creciendo. Creo que se ha perdido una buena oportunidad de poner a una persona que lidere esta lucha. Los generales Baella, Miyashiro o José Luis Gil saben de investigación, de lucha contra la delincuencia, contra organizaciones criminales y por eso eran una buena opción.

¿Cuál sería su propuesta para reducir los niveles de delincuencia cada vez más violentos?

Hay que fortalecer las unidades de inteligencia e investigación de la Policía Nacional. Tuvimos la capacidad de derrotar a Sendero Luminoso con inteligencia. Hay que crear una especie de GEIN, potenciar a la Dirincri o Diviac con más personal y tecnología para que la lucha sea mucho más fuerte. El trabajo es mucho más difícil porque en estas bandas uno captura al líder y aparecen dos cabezas. Tenemos que exigir a nivel internacional que se capture al “Niño Guerrero”, que es el jefe de esta organización criminal transnacional el “Tren de Aragua”.

¿Cómo analiza la gestión de Dina Boluarte?

El principal problema es que no ejerce liderazgo. Ha perdido dos oportunidades para afirmarse como líder nacional y conseguir más apoyo popular para afianzar su gobierno. Una de ellas es su actuación ante la amenaza de El Niño. Pudo desarrollar un liderazgo mucho más presente en el norte, dirigiendo y exigiendo las obras de prevención. Se ha avanzado apenas el 35 % del presupuesto en prevención y eso no va a alcanzar si El Niño es fuerte.

Pero, también hay mucha responsabilidad de los gobernadores regionales en el retraso de las labores de prevención.

Así es, aunque, en realidad, el Ejecutivo tiene un presupuesto mucho mayor para eso. Pero ahí también necesitaba el liderazgo presidencial, reunirse con los gobernadores regionales, con los alcaldes, para ver sus avances, sus necesidades. Esto pudo haber sido una cruzada contra esta amenaza, pero no lo ha hecho.

¿Y cuál es la otra oportunidad que desaprovechó?

El otro tema es la inseguridad ciudadana. Ella debió liderar la lucha, reuniéndose con los alcaldes de los distritos declarados en emergencia. Si la presidenta no va a asumir el liderazgo en la lucha contra la inseguridad, al menos que nombre a un ministro del Interior con condición de liderazgo, pero no hace ni una cosa ni la otra.

¿Cuál es su posición respecto a la reforma que propone el retorno de la bicameralidad?

El Congreso hizo muy bien en aprobar la bicameralidad en primera votación, todavía falta la segunda y ojalá que se pueda conseguir los 87 votos. La bicameralidad es fundamental, porque el Senado permite, pues, mejorar la calidad de las leyes, y tendría una capacidad revisora de las leyes que aprueban los diputados. El Senado va a permitir recuperar a parte de las élites empresariales o profesionales, académicas, que han desertado de la política.

“UN PARTIDO DEBE ESTAR HECHO PARA LA LUCHA POLÍTICA”

La injerencia de los líderes políticos nos ha dejado la clase política que tenemos, vemos a César Acuña eterno candidato de APP y a Keiko Fujimori en Fuerza Popular.

El partido que más democracia interna tuvo en las últimas elecciones, para elegir a sus candidatos, fue Acción Popular, y fíjese quiénes entraron. Entonces, un exceso de democracia interna en un partido es contraproducente. El partido tiene que estar hecho para la lucha política, debe tener liderazgo, tener unidad de acción, organización, unidad programática, porque si no, no triunfa, y si llega el gobierno no puede gobernar bien. Si hay un exceso de democracia interna, prevalecen los intereses particulares. Y mire el ejemplo de Acción Popular, en cambio en Fuerza Popular se ve una bancada organizada, ordenada, disciplinada, que uno puede estar a favor o en contra de las cosas que votan, pero trabaja de manera seria.