Particular

Navidad y tradiciones del Perú profundo

En costa, sierra y selva de nuestro país existe una diversidad de celebraciones que anuncian la llegada de la Noche Buena

El Perú y su diversidad cultural nos permiten celebrar de diferentes maneras la Navidad. En la capital se encienden millones de luces que iluminan la ciudad durante todo el mes de diciembre, mientras que los villancicos y sus pegajosas armonías nos hacen recordar que se aproxima el nacimiento del niño Jesús. Sin embargo, en el interior del país hay otras tradiciones quizá pocos conocidas en Lima, pero igual de festivas, coloridas y cargadas de un sello muy particular. Inclusive, algunas han merecido la distinción de Patrimonio de la Nación.

HATAJO DE NEGRITOS Y LAS PALLITAS

Estas dos expresiones culturales afroperuanas, que se manifiestan en Navidad, fueron declaradas por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad el 2019.

El  Hatajo de Negritos  es una danza liderada por un  “caporal” que dirige al conjunto e inicia con jolgorio la marcha por calles y caseríos. Un personaje se encarga de “bautizar” con agua bendita a los nuevos integrantes.

Por su parte,  Las Pallitas, palabra quechua que alude a doncellas o pastoras, lucen bastones llamados “azucenas” y alternan su recorrido también con zapateo y villancicos. Ambas danzas se ejecutan desde el 24 de diciembre, para celebrar el nacimiento de Jesús, y concluyen el 6 de enero con la Pascua de Reyes.

NEGRITOS DE HUÁNUCO

Esta danza emblemática, declarada  Patrimonio Cultural de la Nación en julio de 2021, se celebra en Huánuco entre el 24 de diciembre y el 20 de enero. A través de esta danza se expresa la particular visión andina, que procesa y recrea elementos hispanos frente a las condiciones en las que se hacía trabajar a los esclavos negros llevados a las minas y haciendas coloniales desde el siglo XVI.

El momento central de la presentación de los  Negritos de Huánuco  es, sin embargo, el acto de veneración a la imagen del Niño Jesús, el 25 de diciembre.

NEGRILLOS DE ANDAHUAYLAS

Conocida también como “Cuadrilla de Negrillos”, esta danza fue declara Patrimonio Cultural de la Nación el 12 de diciembre de 2012. Se interpreta en honor al niño Dios, en las fiestas navideñas de la provincia de Andahuaylas, región Apurímac. Representa al esclavo afroperuano en un acto de adoración cristiana, presentado con vestimentas formales y coloridas, con pasos de baile elegantes y ágiles.

NEGRITOS DE HUAYLLÁN

El 27 de febrero del 2009 se oficializó la declaración como  Patrimonio Cultural de la Nación  a la danza Los Negritos de Huayllán, de la provincia de Huarmey, región Áncash. Representa la celebración de los esclavos afroperuanos al nacimiento de Jesús en la fiesta de Navidad.

LA PACHAHUARA 

Se trata de una danza que escenifica la Navidad y el advenimiento del Año Nuevo y que se celebra en todo el valle de Yanamarca, ubicado en la provincia de Jauja, región Junín. Es también una alegoría a la libertad de los negros en Perú, otorgada por el presidente Ramón Castilla con una ley emitida en la ciudad de Huancayo.

NAVIDAD RURAL EN HUANCAVELICA

Una de las manifestaciones más representativas del nacimiento de Jesús se desarrolla en la comunidad de Chopcca, comunidad campesina que fue declarada en el 2014 como Patrimonio Cultural de la Nación por su originalidad, representatividad e importancia dentro de la cultura andina.

Precisamente, esta celebración de la Navidad motivó la elaboración del  Nacimiento andino de Chopcca, obsequiado al Papa Francisco y que desde el 15 de diciembre se exhibe por primera vez en la Plaza de San Pedro del Vaticano, en Italia. Se trata del nacimiento que recientemente fue retratado y difundido por el futbolista Gianluca Lapadula en las redes sociales.

NIÑO JESÚS DE PUCARÁ 

La festividad del Niño Jesús en Pucará, provincia de Lampa, región Puno, es otra fiesta andina tradicional. Allí la Navidad se celebra al ritmo de las orquestas musicales que se emplazan en la Plaza de Armas del pueblo. La mañana del 25 los pobladores llevan en procesión a la imagen del Niño Jesús y en la tarde se realiza el concurso de danzas. La fiesta dura ocho días.

HUAYLÍA DE APURÍMAC

En Apurímac se celebra la fiesta de la Huaylía en las provincias de  Antabamba  y  Aymaraes. El nacimiento del Niño Jesús se festeja con arpa y violín. Las huaylías son  danzas y cánticos alegres en quechua y español que se entonan en agradecimiento al Niño Dios. La huaylía de Antabamba fue reconocida como  Patrimonio Cultural de la Nación en 2004. La danza es una manifestación cultural representativa del sincretismo católico-andino.

PASTOREADAS NAVIDEÑAS 

En Ucayali  destaca las Pastoreadas Navideñas, una estampa costumbrista que tienen su origen en el siglo XIX. Jóvenes y niños, disfrazados de personajes bíblicos y místicos de la selva, salen a las calles en busca de los lugares donde se han levantado nacimientos, emulan el seguimiento a la estrella de Belén.

VILLANCICOS, UNA TRADICIÓN UNIVERSAL DESDE EL SIGLO XIII

Los centros comerciales, bancos y supermercados complementan la decoración navideña con los tradicionales villancicos, que en nuestro país son asociados al grupo “Los Toribianitos”. Si bien los villancicos se han convertido en un símbolo de la Navidad, se cree que existen desde mucho antes del nacimiento de Jesús y narraban la vida diaria en las villas, de ahí viene su nombre. Especialistas afirman que los villancicos como los conocemos ahora nacieron aproximadamente en el siglo XIII, se popularizaron en España en los siglos XV y XVI para luego llegar a América en el XVII.

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