Los puertos en general son y han sido las grandes puertas y ventanas de los territorios del mundo a través de los cuales ingresan el bien y el mal en todas sus facetas. El mar, en su inmensidad, ha sido por milenios la cubierta, el medio y el escondite perfecto para truhanes y maleantes de toda laya o calaña. Esto nos debe invitar a reflexionar sobre la actividad portuaria que mundialmente mercantiliza también la criminalidad, con actores nacionales y extranjeros.
Chancay no será una excepción, donde la proliferación de delitos, incluidos la corrupción, el homicidio calificado, el sicariato, asaltos y robos a mano armada, tráfico en todas sus modalidades (drogas, personas, riquezas mineras, bienes diversos) y otros ilícitos como defraudación de rentas de aduana, contrabando y delitos tributarios y aduaneros en general, podrían ser, para nuestra fatalidad, el pan de cada día.
¿Está preparado Chancay para neutralizar estas amenazas? ¿Debemos ver este evento de creación de un nuevo puerto en Perú solamente con un enfoque comercial, empresarial, aduanero, etc., de carácter estrictamente económico y descuidar otros importantes aspectos como la seguridad de dichas actividades? En una reciente visita a dicha localidad, hemos llegado a conocer que el distrito de Chancay tiene grandes falencias en seguridad ciudadana. No obstante, se aprecia como factor positivo una percepción ciudadana favorable sobre un burgomaestre consciente de esta realidad.
El reto que debe enfrentar Chancay, como potencial reemplazo del primer puerto del Perú, Callao, en materia de seguridad y prevención de la criminalidad nacional e internacional, es muy grande.
Es una tremenda tarea que debe afrontar con responsabilidad y premura el burgomaestre de Chancay, a quien debemos apoyar. Proponemos un plan de acción piloto que no signifique más de lo mismo, es decir, no solo satisfacer precariamente las necesidades (más policías, más patrulleros, más serenos, más cámaras de video vigilancia, etc.), sino enfrentar las fallas, defectos y vulnerabilidades del CONASEC.
Para ello, en el marco de lo que representaría implantar e implementar a la brevedad una Central de Seguridad Pública Distrital modelo, capaz de aplicar una estrategia basada en el trinomio: información, acción y reacción, es decir, centralizando la información adecuada, efectiva, inmediata, oportuna y útil; desconcentrando acciones eficaces y descentralizando las reacciones eficientes que garanticen resultados que la demanda social reclama con derecho de sus autoridades.
Finalmente, se alerta a la comunidad en general que la prospectiva no es halagüeña, pues se cometerán desde Perú hacia el mundo, pero en sentido inverso también, ilícitos penales de variadas características. Debemos estar preparados para lo que podríamos denominar la importación y exportación de delitos, sin descuidar que existen organizaciones criminales de alcance mundial, como las triadas chinas, la yakuza japonesa, o las mafias europeas, albanesas, italianas, rusas, inclusive norteamericanas, mexicanas, colombianas, venezolanas, etc., que pugnarían por establecerse en Chancay. Debemos estar preparados para neutralizarlas o impedirlo.
(*) Presidente de APROSEC
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