Un grupo de ciudadanos realizó una protesta frente a la casa de la presidenta del Congreso, María del Carmen Alva, con megáfonos, para azuzar al vecindario y pedir que la consideren como “persona no grata”. “No nos van a amilanar. Sabemos que tenemos enemigos en todos lados y que las agresiones no pasarán”, respondió la parlamentaria.
Agregó que los ataques “vienen desde dentro y desde afuera, incluso de quienes un día dicen ser parte de tu entorno y otro día se muestran como implacables agresores”.
La titular del Congreso lamentó que estas “acciones organizadas para el acoso político” ocurran en plena semana en la que se conmemora el Día Internacional de la Mujer, y atribuyó el hecho a personas que “no aceptan que las mujeres cumplamos un rol protagónico en diversos ámbitos de nuestra sociedad”.
“Tengo tres hijos que tienen que presenciar estos ataques en la puerta de mi domicilio. En nombre de ellos les digo que no me van a amedrentar. Seguiremos levantando la voz para defender el fuero parlamentario y para denunciar los actos de corrupción porque es una labor fundamental del Congreso. Rechazamos la corrupción venga de donde venga”, acotó.
