Opinión

Lucha contra la delincuencia (I)

Por: Martín Valdivia Rodríguez

Paul Kersey es un arquitecto que lleva una vida tranquila en Nueva York. Un día, en su ausencia, unos delincuentes ingresan a su casa, abusan sexualmente de su hija y asesinan a su esposa. Kersey se compra una pistola, cobra venganza y empieza a matar a todos los delincuentes que encuentra a su paso. Es tan efectivo y tal es su aporte con la seguridad ciudadana, que varios jefes policiales, luego de descubrirlo, en vez de enviarlo a la cárcel le piden que acabe con las pandillas que azotan la ciudad.

Se trata de la sinopsis de la película “Death wish”, “El justiciero de la noche” o “El vengador anónimo” (1974), protagonizada por Charles Bronson y que fue tan exitosa que motivó una secuela de cuatro capítulos y se convirtió en un ícono del cine de acción. Para encontrar y ajusticiar a los delincuentes, Paul Kersey aplicaba las técnicas de investigación, ubicación y captura que había aprendido en la guerra con Corea. En México, Colombia, El Salvador y recientemente en Ecuador también son escenarios de tiempos violentos como los que narra el filme de los años 70 de Estados Unidos, aquellos tiempos de la Cosa Nostra.

De alguna manera, la película protagonizada por el legendario Charles Bronson refleja la forma en que las fuerzas del orden de hace más de cinco décadas encaraban la lucha contra el crimen en Estados Unidos, imponiendo la ley del talión o del ojo por ojo. Posteriormente han aparecido métodos menos drásticos, pero muy rigurosos, como el famoso plan Bratton, con “tolerancia cero” y su teoría de las ventanas rotas, según la cual, si un delincuente rompe una ventana y esta no se repara a tiempo, las bandas criminales acabarán destruyendo todo el edificio.

En Lima, Trujillo, Chimbote, y otras ciudades del interior del país, los delincuentes ya han roto más de una ventana y los especialistas en seguridad ciudadana y lucha contra el crimen organizado advierten que, si no se enfrenta con firmeza y eficiencia el problema, la violencia en el Perú podría alcanzar los niveles de otros países vecinos, como Ecuador, donde hace unos días, según consta en un video, una banda delincuencial llegó en cuatro carros y ametralló sin piedad a niños y adultos de una familia que estaba en la puerta de su casa.

Según las estadísticas oficiales, en los últimos meses se ha capturado a cientos de delincuentes, muchos de ellos extranjeros, especialmente venezolanos. Sin embargo, los robos, asaltos con asesinatos, ajustes de cuentas y otros delitos no solo no se detienen, sino que cada vez son más violentos. Mañana continuamos.Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.

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