Opinión

La pesada mochila de Martín Vizcarra

EDITORIAL

El quinquenio que está por terminar nos dejará uno de los casos más sonados de corrupción: el ‘VacunaGate’ o de las ‘vacunas VIP’. La cabeza más visible de este escándalo es Martín Vizcarra, exvicepresidente y expresidente de la República, exgobernador regional de Moquegua, exembajador del Perú en Canadá y exministro de Transportes y Comunicaciones. ¿Cómo un hombre de tan dudosa reputación llegó a ocupar tan altos cargos?

Vizcarra no solo tiene sobre sus espaldas el caso de la vacunación irregular, con dosis extras y antes que empiece la inmunización de la población, que se batía en medio del drama y la tragedia, con miles de contagios y muertes por la pandemia de coronavirus. Por las dosis que se aplicaron él, su esposa, su hermano y cientos de funcionarios públicos elegidos para tal beneficio mediante la argolla burocrática y el amiguismo. El expresidente tiene otras acusaciones también muy graves y que están en proceso de investigación.

En noviembre del año pasado, Martín Vizcarra fue vacado del cargo de presidente de la República “por incapacidad moral permanente”, debido al descubrimiento de una trama de corrupción por la que habría recibido  2,3 millones de soles a cambio de contratos de obras públicas cuando ejercía como gobernador de Moquegua entre 2011 y 2014. Tres aspirantes a colaboradores eficaces del equipo especial Lava Jato, entre ellos un antiguo alto cargo de Obrainsa -vinculada con la brasileña Odebrecht-, afirmaron que Vizcarra habría recibido por parte de esta empresa más de 500 mil dólares en sobornos a cambio de un proyecto de irrigación en 2013, y de una serie de contratos públicos para la construcción de un hospital.

Estas acusaciones contra Vizcarra se encuadran dentro de la investigación del caso ‘Club de la construcción’, una especie de cartel de empresas constructoras, por haber recibido supuestos sobornos. Al expresidente se le imputan los delitos de colusión agravada, cohecho pasivo impropio y asociación ilícita para delinquir.

A todo este cúmulo de antecedentes se suma, como una cereza en el pastel, el caso ‘Richard Swing’, relacionado con un ‘artista’, amigo de Vizcarra y visitador de Palacio de Gobierno, quien cobró 175 mil soles al Ministerio de Cultura por servicios tan ridículos como dudosos. No es poca cosa, pues, la pesada mochila que carga Vizcarra, quien ha sido inhabilitado durante diez años por el Congreso. Un Congreso al que no podrá volver pese a haber sido electo, increíblemente, como parlamentario.

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