Opinión

La paciencia de la araña (II)

Por: Martín Valdivia Rodríguez

La oposición al régimen de Boris Johnson en Inglaterra esperó con la paciencia de la araña más de dos años para intentar la censura del primer ministro. El primer ministro británico obtuvo 211 votos a favor mientras que 148 diputados conservadores votaron en su contra. Johnson logró mantenerse en el cargo, pero los analistas ingleses dicen que ha quedado muy debilitado y habría empezado el fin de su gobierno. En el Perú, la mayoría de la oposición coincide en que ir por un tercer intento de censura contra Pedro Castillo conduciría a un nuevo fracaso, pues ya tienen en su haber dos mociones fallidas.

La primera moción de censura contra Castillo fue sometida a consideración del Pleno del Congreso en diciembre del 2021 y logró 76 votos en contra, 46 a favor y 4 abstenciones. En la segunda, en marzo del año en curso, el respaldo a la vacancia sufrió un notorio declive: 55 votos a favor, 54 en contra y 19 abstenciones. En las actuales circunstancias —ante denuncias de corrupción y personajes del entorno del presidente Pedro Castillo en calidad de prófugos de la justicia— y aun con la renuncia de más miembros de la bancada de Perú Libre, que empezó con 37 congresistas y ahora solo tiene 16, es difícil que se consiga aprobar una moción de vacancia en el Pleno.

Dice un cuento antiguo que cierta mujer de carácter gracioso les puso de nombre a sus hijos Temblor, Terremoto y Mentira. De tal manera que cuando salía a la calle a llamarlos les decía “Temblor… Terremoto… Mentira…”, haciendo una pausa de unos segundos entre nombre y nombre para asustar a sus vecinos. Resulta que cuando de verdad ocurrió un terremoto nadie le creyó a la mujer y por eso no pudo ser rescatada de los escombros. Algo así pasa con la campaña para vacar a Castillo. Los ataques empezaron desde el día que asumió el cargo y continuaron sin parar hasta que se convirtió algo “común” escuchar una denuncia contra el presidente. Ahora, cuando de verdad hay argumentos de peso para poner en tela de juicio la gestión del mandatario, el asunto es tomado como algo “normal”.

Es un error de estrategia, hubo mucho apuro por vacar a Castillo. En el caso de Boris Johnson, la oposición esperó más de dos años para presentar la primera moción de vacancia. Tuvieron la paciencia de los rusos, en la Segunda Guerra Mundial, cuando resistieron el asedio de la operación Barbarroja de Hitler y esperaron a que llegue el invierno. Solo entonces, con el enemigo debilitado, enfermo y de hambre, las huestes de Moscú sacaron las garras y empezaron lo que fue el inicio del fin del Tercer Reich. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.

 

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