No es posible que el Estado Peruano permita que un grupo de violentistas, esté alterando la tranquilidad
de parte de la ciudadanía de la ciudad de Lima, difundiendo mentiras como la tercera Toma de Lima, ello es
claramente apología a la violencia, que consiste en el discurso o declaración en favor de acciones delictivas o
violentas, en caso de no ejecutarse se le aplicara a los responsables de diez a ciento ochenta jornadas de trabajo
comunitario, en caso contrario se aplicara a los provocadores, la sanción que corresponda por su participación
de los delitos cometidos.
Aclaro que las marchas de protestas violentas ocurridas el 4 de enero y el 5 de marzo de este año, fueron esas
protestas muy violentas que generaron un cuantioso daño a la propiedad pública y privada, así como decenas de heridos no respetando lo manifestado en nuestra Constitución.
“Tienes derecho a reunirte pacíficamente sin armas según el artículo 2 numeral 12 de la Constitución Política del Perú y el artículo 15 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La protesta pacífica es un derecho. La única toma que tuvo la ciudad de Lima, ocurrió durante la guerra con Chile, cuando el regimiento primero de la línea “Buin”, junto a otros regimientos del ejército chileno ingresaron a la ciudad de Lima un 17 del mes de enero del año 1881 y termino un 23 de octubre del año 1883, cuando se firma el Tratado de Ancón oficialmente llamado Tratado por la Paz.
Finalmente, la gran mayoría de ciudadanos que viven en Lima rechazan estas amenazas y esperamos que el gobierno tenga las estrategias y planes adecuados, para que no se vuelvan a repetir los violentos y delictivos actos ocurridos el 4 de enero y 5 de marzo pasado.
(*) Presidente de Aprosec
