Opinión

Invisibles ante el Estado

Por: Camila Craig

El 2 de abril se conmemoró el Día Mundial de la Concienciación del Autismo, fecha en que se recuerda a millones de familias que afrontan en casa esta condición de vida. En el Perú, a través de los años, la asociación civil sin fines de lucro ¡Soy Autista y Qué! ha venido realizando distintas actividades para sensibilizar y educar a la población acerca de este trastorno.

En el marco de la pandemia, la directora de la asociación, Milagro Huamán, envió una carta al presidente Francisco Sagasti el pasado 16 de marzo pidiendo que se incluya a las personas con discapacidad como prioridad en las listas de vacunación debido a que la mayoría de ellas presentan comorbilidades que los hace vulnerables ante el Sars-CoV-2. Sin embargo, manifiesta que la respuesta de la secretaría no ha sido satisfactoria.

El Ministerio de Salud es el principal encargado de incluir a las personas con discapacidad en las listas de vacunación, entidad que tampoco ha respondido a los llamados que las familias con autismo han hecho a través de ¡Soy Autista y Qué!

Pero la falta de interés del Gobierno no es novedad. Sigue a la espera la implementación de la Ley 30150 que, si bien fue promulgada en el año 2014, no ha recibido el interés necesario por parte de las autoridades, tanto del Ejecutivo como del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP). Esta ley busca el diagnóstico temprano del autismo, terapias gratuitas y la inclusión educativa escolar para las personas dentro del espectro. La Ley ha sido reglamentada en el 2016 y hasta la fecha ninguna persona con esta discapacidad se ha visto beneficiada por esta.

Hoy en día el panorama se muestra desalentador. Los hospitales de todas las regiones están colapsados, la vacunación se ha detenido y la población está expuesta y abandonada. A esto se le suman las personas con discapacidad que no han sido consideradas en las fases de vacunación.

Finalmente, ¡Soy Autista y Qué! hace un llamado, no solo a la Presidencia de la República y a los ministerios correspondientes, sino a los candidatos que compiten para llegar al sillón presidencial. Se les pide que incluyan a las personas con autismo en sus propuestas, que tomen en cuenta la problemática y la pobreza que viven los miles de familias con esta condición en todo el país.

Estas personas, así como muchos otros grupos vulnerables de la sociedad, quedan a la espera del mínimo interés por parte del Estado y sus representantes. “Donde hay autismo, hay pobreza”, señala rotundamente Milagro Huamán, quien lucha desde el 2011 por la calidad de vida de las personas con autismo en el Perú.

(*) Periodista

(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.

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