La visita de la presidenta del Congreso María del Carmen Alva a ciertas autoridades de España ha generado una serie de comentarios y hasta una moción de censura. No considero que sea prudente hablar de posibles escenarios cuando se trata de la presidenta de un poder del Estado. Lo cierto es que todo indicaría que se trata de una trama de sectores vinculados a la extrema izquierda o partidos simpatizantes con la causa de Pedro Castillo.
Por consiguiente, en este contexto, me adhiero a la posición que ha asumido la comisión de Relaciones Exteriores del Congreso que creo que es bastante clara y precisa en torno a este tema. Por otro lado, esta semana hemos visto que han aparecido algunos chats del presidente Pedro Castillo en relación a unos ascensos en las Fuerzas Armadas, quedan claro dos cosas: en primer lugar, que se ha pretendido torcer el normal y correcto proceso de nombramiento de los altos mandos de las Fuerzas Armadas. En segundo lugar, resulta preocupante que después de estos chats se haya producido la salida el comandante general del Ejército y del comandante general de la Fuerza Aérea, lo que indicaría que se trata de un acto puro y duro de arbitrariedad.
Cuando se presentó la moción de vacancia al presidente Pedro Castillo varios de los partidos que la firmaron eran conscientes de que no se iban a alcanzar los votos necesarios para conseguir que se declare fundada esa moción. Es cierto, surgió cierta expectativa en alcanzar los 52 votos para la admisión de dicha moción a raíz de la emisión de un video en un programa dominical, pero no fue suficiente. En consecuencia, creo que finalmente no ha sido ninguna sorpresa para quienes presentaron la moción y para quienes la respaldaron. Sin embargo, sí ha llamado poderosamente la atención la participación de algunas fuerzas políticas como Alianza para el Progreso, Somos Perú, Podemos Perú y el Partido Morado que, de alguna manera, han terminado comprometidos; han hecho una suerte de alianza con el partido de Gobierno y eso tendrá algunas responsabilidades en el futuro inmediato.
Finalmente, quiero resaltar lo siguiente: las sufragistas inglesas a comienzos del siglo XX acuñaron la siguiente frase: “Hechos y no palabras” que luego tomó para sí, aunque con un sentido ideológico contrario el general Manuel A. Odría. Traigo a colación esta frase para precisar lo que quiere hacer el presidente Castillo. Habría que decirle a él, en relación a mejorar los caminos de gobernabilidad, de transparencia y de rectitud de propósitos en el manejo de la cuestión pública, lo siguiente: Hechos y no palabras.
(*) Expresidente del Tribunal Constitucional
(*) Exministro de Justicia
(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.