El próximo miércoles, día de Santa Rosa de Lima, se cumple setenta años del retiro de Teodoro Fernández Meyzán o simplemente “Lolo”.
Lolo nació el 20 de mayo de 1913 en la Hacienda Hualcará de Cañete y desde muy pequeño empezó a darle al balón. En 1930, a la edad de 16 años, debutó en la reserva de Universitario de Deportes y hasta su retiro, el 30 de agosto de 1953, nunca se quitó la “crema”.
Salió campeón nacional seis veces y en siete ocasiones fue el máximo goleador del torneo nacional. Tiene el mejor promedio de gol en la selección peruana con una media de 0.75. Paolo Guerrero tiene una
media de 0.36.
Ha sido campeón Bolivariano en 1938 y Sudamericano en 1939. Lolo trabajó en Aduanas que quedaba muy cerca a la casa de mis padres y de niño muchas veces conversé con él cuando salía de trabajar. Era una persona muy amable, conversadora y llena de anécdotas.
En alguna ocasión contó que jugaba fútbol en las calles de su Cañete natal y su padre se molestaba porque gastaba el zapato derecho y el izquierdo quedaba como nuevo. También como le anotó un gol de tiro libre al argentino Bello, arquero de Independiente de Avellaneda o cuando su tocayo “Prisco” Alcalde no le hizo caso de retirarse de la barrera e inclusive intentó rechazar de cabeza su remate, terminando con conmoción cerebral.
“En alguna ocasión contó que jugaba fútbol en las calles de su Cañete natal y su padre se molestaba porque gastaba el zapato derecho y el izquierdo quedaba como nuevo”.
Volviendo al domingo 30 de agosto de 1953, fecha de su retirada futbolística, Lolo tenía 40 años y ya no
era titular indiscutible en Universitario de Deportes y los días previos al partido contra Alianza Lima estaba en duda su presencia y muchas personas cuestionaban la decisión de José Cuesta Silva, entrenador de
la U, de incluirlo en un partido tan importante.
Luego del partido se puede afirmar que Cuesta acertó ya que Lolo anotó tres goles en el triunfo de la U por 4 a 2 ante su clásico rival. El otro gol fue anotado por René “La Lora” Gutiérrez.
La fama de Lolo ha ido creciendo de generación en generación, actualmente hay muy pocas personas que lo vieron jugar, sin embargo es indiscutiblemente el ídolo máximo de la U y la tribuna sigue coreando su nombre y la barra crema lleva banderolas con su rostro.
En 1952 la U inauguró el “Estadio Lolo Fernández”, siendo el único futbolista que ha entrenado a un equipo en un estadio que lleva su nombre. Dirigió hasta mediados de la década del 70 la escuela de fútbol Lolo Fernández del Club Universitario de Deportes.
Algo que pinta de cuerpo entero a Lolo es que no festejaba sus goles, consideraba que hacerlo era humillar al arquero rival.
(*) Periodista deportivo
