Estrategias para combatir el delito
Existe indignación en la población, en todos sus sectores sociales y también en todas las regiones del país, por el gravísimo crecimiento de la delincuencia. Esta situación se agrava con la sensación de que desde el Estado no se hace lo necesario para enfrentarla o simplemente no se hace nada, salvo ofrecimientos de que pronto se pondrán correctivos.
Mientras la delincuencia avanza e incluso se perfecciona con bandas organizadas, con criminalidad internacional, con grupos criminales que vienen del exterior y hasta con delincuencia cibernética, no se ve el mismo empeño para mejorar a la Policía, a la que debemos respetar.
Tenemos la percepción de que no ha mejorado la preparación policial, que desde los sucesivos gobiernos se ha descabezado a la Policía Nacional, incluso con formas inadecuadas y hasta agraviantes, que los contingentes policiales siguen siendo los mismos y que ni siquiera ha mejorado la atención de la salud de nuestros policías en el nuevo hospital construido para ello. Hasta la atención médica es deficiente, sin medicinas suficientes, con citas que se otorgan de manera parecida a la emblemática película cinematográfica “De aquí a la eternidad”.
Frente a lo que hemos descrito, desde el Congreso de la República, las agrupaciones políticas y la sociedad civil se alzan voces que claman por exigir al gobierno central y a la Policía Nacional que se les diga: ¿qué es lo que están haciendo para combatir la delincuencia? ¿cuáles son sus estrategias? ¿qué tácticas se emplearán? ¿en cuánto tiempo se vencerá a la lacra delincuencial que tanto daño ocasiona y termina con la vida de muchos inocentes?
Si bien podemos entender la indignación y frustración ciudadana, es incomprensible la falta de sensatez de sus reclamos, pues lo que no puede dar a conocer la Policía Nacional son las estrategias y tácticas que se supone viene preparando para someter a la delincuencia y terminar lo más pronto posible con ella.
Dar a conocer los planes, estrategias y tácticas es como abrir la caja de caudales y llamar a los delincuentes para que se lleven lo que hay en ella. Sería absolutamente irresponsable dar a conocer públicamente las medidas para reducir y hasta vencer a la delincuencia, sería como mostrar antes de la guerra las armas con las que se cuenta y los planes para enfrentar al enemigo. En buen romance, sería decirles a los delincuentes: prepárense, esto es lo que vamos a hacer para controlarlos y vencerlos.
Simplemente, sería alertar a la delincuencia, lo que es un despropósito. Pero si se requiere que por lo menos al presidente de la Comisión de Inteligencia del Congreso se le den las seguridades respecto de lo que se pretende, entendiendo que se trata de información clasificada.
Lo que sí se puede hacer y de inmediato es mejorar la informática policial. Hemos podido verificar, ante la denuncia de desaparición de un vehículo motorizado, que sus datos no los pusieron en línea, y que fue su propietario quien lo encontró abandonado en Chorrillos luego de dos meses y a pocas cuadras de la Comisaría. Los oficiales, frente a su protesta, adujeron que los vehículos abandonados en la vía pública eran tema municipal. Es un tema digno de Ripley y que se debe resolver.
(*) Expresidente del Consejo de Ministros
* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados