Elon Musk era conocido por ser un magnate de ideas excéntricas y malos modales. Llegó a fumar marihuana durante una entrevista y públicamente apoyó el gobierno progresista de Obama. Es decir, de conservador nada.
Sin embargo, luego el mundo fue testigo de su evolución, tras comprar y limpiar Twitter de impresentables globalistas, progresistas y abanderados de la cultura woke y cambiarle el nombre por X.
Este saludable cambio lo llevó luego a brindar un público apoyo a Donald Trump y ser uno de los soportes económicos de su campaña. ¿Cuál ha sido el detonante de su radical cambio? Según ha trascendido el dolor de haber perdido a su hijo Xavier por la influencia de la cultura woke y la ideología de género.
Xavier Musk nació en 2004. Desde muy joven tuvo conflictos con su padre porque según decía aborrecía el capitalismo. Para decepción y dolor de Elon el joven Xavier llegó a decirle ‘Te odio a ti y todo lo que representas’. A los 16 años sin que su padre lo sepa decidió empezar el tratamiento de cambio de sexo. “Hola, soy transgénero y ahora me llamo Jenna -escribió en un mensaje a su tía-. No se lo digas a mi padre.” El secreto no duró mucho y para mayor dolor del padre al cumplir los 18 años, Xavier fue a los tribunales de Los Ángeles para cambiar oficialmente de nombre y abandonar su apellido.
Según su biógrafo Walter Isaacson, la ruptura con Xavier ha sido lo más doloroso desde la muerte de su primer hijo apenas a las diez semanas de nacido.
Recientemente y tras el triunfo electoral de Trump, Xavier que ahora viste como una mujer y se hace llamar Vivian Jenna Wilson, ha declarado que abandonará los Estados Unidos: “Lo he pensado durante un tiempo, pero ayer lo confirmé. No veo mi futuro en Estados Unidos”, publicó en sus redes sociales.
Lo cierto es que Musk atribuye toda esta situación a la influencia en las escuelas, los medios y la sociedad norteamericana de la enfermiza y deplorable cultura woke.
Musk atribuye a la escuela Crossroads School for Arts & Sciences el radical cambio en las creencias de su hijo. Según él, la escuela promovió una ideología comunista que llevó a Xavier a ver a los ricos como enemigos. Por su parte este drama llevó a Elon a convertirse en el más poderoso enemigo de las tendencias progresistas.
Lo cierto es que este caso es público y conocido por la trascendencia política y económica del protagonista. Sin embargo, son miles las familias destruidas y los jóvenes afectados física, moral y psicológicamente por el veneno woke.
*Analista político.
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