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“El dólar bajó porque se fue Guido Bellido”

El economista Jorge Gonzales Izquierdo afirma que la estabilidad de la moneda norteamericana dependerá de lo que haga o no la nueva presidenta del Consejo de Ministros, Mirtha Vásquez

POR: CÉSAR PICCIOTTI MACEDO

El economista Jorge Gonzales Izquierdo, quien fue entrevistado por nuestro canal digital La Noticia Multimedia, considera que el país recién crecerá entre el 2 y 3 por ciento el año 2022, siendo este año el de recuperación tras la pandemia del COVID. Asimismo, adelantó –en una entrevista en nuestra plataforma multimedia–que el precio de los alimentos indexados a la importación, incluido el pollo, bajará de manera paulatina debido a la baja del dólar.

 ¿A qué fenómeno podemos atribuir esta bajada súbita del dólar?

Yo fui uno de los pocos economistas que advirtió acerca de este tema: que el principal motor que empujaba el alza del dólar era la tremenda incertidumbre política, económica e institucional que estaba viviendo el país después de la segunda vuelta y, en especial, después del 28 de julio. En ese momento, dije que esa incertidumbre hacía que el dólar suba, suba y suba y se formara una burbuja, a la cual bauticé como “burbuja cambiaria”. Y también dije que esa burbuja necesitaba un alfiler para que se reviente. ¿Y cuál era ese alfiler? Un alfiler proveniente de la política, no de la economía.

¿Ese alfiler fue la salida de Guido Bellido de la Presidencia del Consejo de Ministros?

Sin duda, la salida de Bellido, de Maraví y otros personajes representó ese “pinchazo” al globo de la incertidumbre. La señora Mirtha Vásquez fue el alfiler que precipitó su caída. Entonces el dólar ha pasado en solo cuatro días de 4.1380 a 3.973 soles. Típico de una caída producto de una burbuja.

¿De qué va a depender que el dólar continúe a la baja o pueda volver a subir?

Si este nuevo gabinete reafirma todo lo que el presidente anunció en su gira por los Estados Unidos y se olvida de la famosa Asamblea Constituyente, el dólar va a seguir bajando. Se trata de enviar mensajes de tranquilidad a los diversos agentes económicos y eso es lo que ha logrado en parte la designación de la señora Vásquez.

¿Una prueba importante de este aparente cambio será el día que la primera ministra acuda al Congreso a pedir el voto de confianza?

Así es. Allí era expondrá su plan de trabajo y sabremos a ciencia cierta si existe una voluntad de cambio por parte del Ejecutivo. Quedan aún tres semanas para saberlo, pero ella va dando indicios de una moderación que ha calmado a los mercados. Ahora, según Vladimir Cerrón, habrá una purga en las filas de Perú Libre (PL) y votarán en contra de la confianza al nuevo gabinete. Quedará sólo el ala dura marxista, sin mayor fuerza de votos. Por una parte, eso me tranquiliza.

Hoy en una gira por el interior del país, el presidente Castillo se refirió – sin mencionarlo– precisamente a Cerrón, afirmando que con un tuit no se cambia al país y que no debemos de hablar de izquierdas, centros y derechas, sino del país en su conjunto. ¿Podemos interpretar entre líneas un mensaje al ala dura de PL acerca de la postura radical de Cerrón?

Por supuesto. Para nadie es un secreto que la pugna entre Castillo y Cerrón es abierta, ya no se puede ocultar. Y eso es bueno para el país porque significa que el presidente no va a asumir posiciones extremas, radicales. Y de eso hemos hablado al comienzo de esta entrevista: crear el ambiente de seguridad necesario para que el país pueda crecer económicamente, sin incertidumbres ni miedos.

¿De qué manera esta bajada del dólar va a beneficiar al bolsillo del peruano?

Tenemos que distinguir dos cosas: alimentos y combustibles. Si seguimos dando confianza a la economía, el dólar seguirá bajando y esa baja se trasladará también a los alimentos, aunque con un desfase. Si hoy baja el dólar, no esperemos que mañana baje todo. Tomará unas semanas hasta que se agoten los stocks de las empresas. Es así que los alimentos ligados a las importaciones bajarán, sin duda. El tema de los combustibles es un caso distinto. Desde hace un par de semanas el petróleo va en aumento constante debido a que tanto Estados Unidos como China están creciendo bastante, además que en el hemisferio norte se acerca el invierno y requerirán de combustible. Por ello crece la demanda y el precio del petróleo sube. Y aquí ocurre un caso curioso: tanto Estados Unidos como Canadá están teniendo problemas con el gas y lo están sustituyendo con petróleo. De allí la subida.

¿Entonces, la bajada del dólar en el Perú no tendrá efectos importantes para el precio, por ejemplo, del gas?

Con el tema del gas va a aumentar el subsidio. Mire, yo me opuse a que el gas licuado de petróleo (GLP) regrese al Fondo de Estabilización. ¿Por qué me opuse? Porque es un subsidio que no distingue entre ricos, clase media y pobres. Es plano, se benefician con ese subsidio –para mí subsidio es regalar plata– todos, es una medida muy mala. Ni el rico ni el de clase media lo necesitan.

¿Y cuál sería la solución?

Ya lo dije. El GLP debería de ingresar al Fondo de Inclusión Social Energético (FISE). En ese fondo se tiene identificado con nombre y apellido al pobre, al que realmente necesita. Poner al GLP en el Fondo de Estabilización es como tirar billetes desde un helicóptero y no sabes quién los recoge. No podemos malgastar los escasos recursos que tiene nuestro país. Me imagino que lo que va a hacer el presidente Castillo será dar más subsidios y eso es muy malo para la economía.

CRECIMIENTO “MENTIROSO”

A criterio del economista Jorge Gonzales Izquierdo, la inflación de este año fluctuaría en el 5 y el 6 por ciento, esperándose que para el 2022 retornemos a una inflación del orden del 2 por ciento, tal como lo señala el Banco Central de Reserva.

Acerca del Producto Bruto Interno (PBI) este crecerá en 12 por ciento, aunque esta cifra será engañosa en términos porcentuales, porque parte de una base muy baja, respecto a la gran caída del 2020 (menos del 11 por ciento). “Vamos a recuperar lo que perdimos el año pasado. Lo que será neto en ganancia será el 2022, aunque creceremos apenas un 2 o 3 por ciento, dependiendo de la política del gobierno.

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