Opinión

El delito de moda: los fraudes electrónicos

Por: Julio César Gago Vicuña

Con el avance de la ciencia y la modernidad, tambien avanza la delicuencia, y es asi que el fraude está inmerso en todo orden de cosas, de tal forma que, ya no resulta raras las actividades delictivas, deriven al uso de los medios electrónicos y tecnológicos.

El fraude electrónico es una actividad delincuencial que se vale del uso de internet que es un mundo abierto y, valgan verdades, somos los usuarios que por nuestra nuevas costumbres, coadyuvamos a que, esto se desarrolle. El fraude informático está en auge a nivel mundial. Y podemos afirmar que estadísticamente a raíz de la pandemia, los delitos electrónicos se han disparado a partir del año el 2021 y 2022, coincidiendo con las cuarentenas y el cambio de costumbres de las personas.

Existen variadas formas de fraude electrónico como las estafas en los Marketplace de Facebook (en los que compras algo y en realidad no te entregan nada), con criptomonedas, mediante operaciones bursátiles en sitios web especialmente dedicados a esto, hasta los más sofisticados usando correos electrónicos y páginas web fraudulentas, lo peor aún la inocencia del usuario cuando burdamente el mismo delincuente te solicita información, bajo el concepto de un incentivo y/o solución de un problema. Sin embargo, es importante saber las entidades del sistema financiero desarrollan una razonable comunicación e información dirigida a sus usuarios, esto quiere decir que el ciudadano promedio cliente de una entidad financiera está siendo regularmente informado sobre la forma en que se materializa una estafa y la manera de protegerse.

Entonces nos preguntamos, ¿por qué el fraude electrónico sigue impactando en los ciudadanos? Tenemos algunas respuestas, en primer lugar, porque existen personas que creen en supuestas ganancias sin hacer mérito alguno, otra respuesta es la complacencia y malos procedimientos de control, adoptados por las empresas de comunicaciones que permiten que una persona realice la conocida suplantación de chip. Para este caso en particular ya el Osiptel, organismo regulador, está tomando cartas en el asunto.

Asimismo, la excesiva confianza de las personas al ver supuestas páginas web que ofrecen normalmente ganancias irreales. Un ciberdelincuente puede fácilmente desarrollar un sitio web, publicar una app, hacer publicidad, tener una dirección de correo con un dominio propio, al igual que una persona que crea un negocio. Todo está diseñado para que la víctima pueda morder el anzuelo. ¿Cómo podemos protegernos?, haciendo uso de la desconfianza. Sí, la desconfianza por defecto, dudar en primera instancia, consultar a otras personas, buscar en Google, tratar de acopiar la mayor cantidad posible de información antes de proceder a entregar una suma de dinero o hacer lo que le esté pidiendo esa supuesta oferta. Se suma a esto y en gran parte la información que muchos tienen en sus teléfonos celulares, ya que es sabia que diario roban y hurtan miles de estos teléfonos, de donde el delincuente obtiene información, no solo para fraudes informáticos sino diversos tipos de actos delincuenciales, extorsiones etc.

Entonces podemos concluir que, está en nosotros evitar estos hechos delictivos. Nuestro staff de abogados, garantiza los derechos de nuestros patrocinados y seguidores de LA NOTICIA, a quienes atendemos previa cita al 4713246, al correo electrónico jgago80@gmail.com, o la página web www.gagoabogados.com

(*) Abogado penalista

(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.

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