Hay congresistas de la derecha y centroderecha que, por más que cuestionan al gobierno de Pedro Castillo, no se han animado a respaldar el anuncio de Patricia Chirinos sobre la moción de vacancia presidencial. Es que quienes conocen más o menos el mecanismo que debe seguir este proceso saben que la iniciativa de la llamada “Woman del Callao” no tendrá buen fin y será, como se decía antes, gastar pólvora en gallinazo. Eso, al margen del argumento de que este Gobierno ha sido elegido democráticamente y esa decisión se debe respetar.
Es cierto que la moción sí pasará, pues se requieren solo de 26 congresistas para presentarse, además de tener fundamentos de hecho y derecho que la sustenten. Teniendo en cuenta que la bancada de Avanza País cuenta con 10 integrantes, a los que se sumarán los de Fuerza Popular (24) y Renovación Popular (15), la propuesta podría superar ampliamente los votos necesarios. Pero ese será solo el primer peldaño de un camino largo.
El siguiente paso es buscar que se admita la moción, para lo cual se requieren 52 votos. Esta votación tendría que realizarse en la siguiente sesión del Pleno, pero las bancadas del tren, los fujimoristas y del partido de “Porky” necesitarían sumar votos de otras para llegar a la admisión. Y ya sabemos que no toda la oposición está a favor de la vacancia.
Ahora bien, luego de la admisión viene el debate de fondo, para lo cual se invita al presidente de la República para que ejerza su defensa. Esto se realizaría entre el tercer y décimo día luego de la admisión. En esta etapa se necesitan 87 votos. Esa es una cifra difícil de alcanzar incluso en el hipotético caso de que todos los congresistas de Fuerza Popular, Renovación Popular, Avanza País, Acción Popular, Alianza para el Progreso, Somos Perú y al menos dos del Partido Morado voten a favor. En la otra orilla Perú Libre (37), Juntos por el Perú (5) y Podemos (5) votarían en bloque en contra.
De tal manera que matemáticamente es casi imposible que se alcancen los 87 votos. En cualquier escenario de votación, ya sea para presentar o admitir la vacancia, se medirán las fuerzas del Parlamento y del Ejecutivo, como ya ha ocurrido antes con el voto de confianza dado al Gabinete ministerial, pese a los duros cuestionamientos. Todo esto habría demandado un tiempo que se podría invertir en asuntos más importantes para el país. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.