Opinión

El asilo otra vez

Por: Víctor Andrés García Belaunde

El artículo III de la Convención sobre Asilo de 28/3/1954 establece que: “No es lícito conceder asilo a personas que al tiempo de solicitarlo se encuentren inculpadas o procesadas en forma ante tribunales ordinarios competentes y por delitos comunes o estén condenadas por tales delitos y por dichos tribunales…” Con este solo enunciado, a la señora Heredia no le corresponde el derecho de asilarse y la embajada de Brasil estaba en la posición de entregarla a las autoridades competentes. Pero el artículo IV de la Convención dice: “Corresponde al Estado asilante la calificación de la naturaleza del delito o de los motivos de la persecución”. De esta forma Brasil optó por otorgar asilo “por razones humanitarias”, a Nadine Heredia como México dio asilo “político” a la señora Lilia Paredes.

El Perú no puede oponerse al asilo porque es una decisión del gobierno de Brasil, ese gobierno califica si Nadine es delincuente o perseguida política, siendo los opositores al régimen de Lula los que si pueden protestar. Mientras que en el Perú nos ha llamado la atención que las duras voces que criticaron el asilo de Alan García, hoy se mantienen calladas.

Pareciese que Brasil tomó el ejemplo de México al dar asilo al ex vicepresidente del Ecuador Jorge Glas sentenciado por recibir varios millones de dólares de Odebrecht. Glas al conocer su condena se asiló en la embajada de México en Quito. Esto originó la intromisión del gobierno ecuatoriano de violar la sede diplomática y extraer a Glas y conducirlo a un penal ante la condena de todo el hemisferio.

También Brasil asiló por “razones humanitarias” al dictador paraguayo Alfredo Stroessner quien dio excesivas concesiones a empresas brasileñas para desarrollar su país, construyendo la hidroeléctrica de Itaipú que favorece más al Brasil. Stroessner vivió su asilo 17 años hasta su muerte en 2006.

En nuestro país el caso más sonado fue el de Haya de La Torre quien solicitó asilo a la embajada de Colombia en Lima y hubo un enfrentamiento jurídico con aquel país, porque el Perú le negaba el salvoconducto para salir, obligando a Haya a quedarse en la sede colombiana más de cinco años.

La dictadura de Velasco persiguió a los líderes del régimen de Fernando Belaunde, algunos fueron capturados y deportados, otros lograron asilarse como De La Jara. Arias Stella, Carlos Velarde, Pablo Carriquiry y Hoyos Osores, mientras el presidente Belaunde intentaba regresar “para correr la misma suerte que sus correligionarios”. Lo mismo sucedió en el autogolpe de 5/4/1992 donde fueron detenidos en sus domicilios los presidentes del senado y de diputados, mientras que Alan García logró asilarse en la embajada de Colombia y la dictadura tuvo que darle el salvoconducto.

Fue Inacio Lula da Silva quien ordenó a Odebrecht entregar 3 millones de dólares para la campaña del Partido Nacionalista en 2011 y en abierta intromisión Lula empujó las obras en Perú, siendo ese dinero recibido por los Humala-Heredia y hoy estamos pagando 45 millones de dólares anuales por cuidar tubos de Odebrecht que además logró un gran negociado con el gasoducto y nos ha enjuiciado por 1,200 millones de dólares “por daños y perjuicios”.

Todo esto demuestra el interés político del gobierno de Brasil y de Odebrecht de proteger a Nadine, protección que solo el hampa de alto vuelo otorga a sus allegados y a la señora Heredia no le fue “difícil caminar derecho” a la embajada de Brasil porque sabía que sus amigos de Odebrecht nunca la abandonarán. Finalmente, quien más pierde es la institución del asilo que se usa en forma indiscriminada para proteger a los amigos, en este caso a sus cómplices.

(*) Abogado y excongresista.

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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