El APRA no participó en las elecciones y por tanto no tiene bancada parlamentaria, pero es el partido al que más ataca el Gobierno. Primero lo hizo el condenado Vladimir Cerrón diciendo que lideraba las marchas y luego el premier Guido Bellido lanzando una seria de infamias y mentiras con el vano intento de distorsionar la verdad histórica, al mencionar que el APRA era un partido terrorista, como lo habría sido en Trujillo en 1932, Ayacucho en 1934 y Callao en 1948.
Obviamente, pretende tender una cortina de agravios para defender a Sendero Luminoso del que hace apología. No puede comparar a un partido democrático que ha respetado las libertades y defendido la democracia en todos los tiempos, con esa horda criminal y genocida que es Sendero Luminoso.
Por eso, un puñado de apristas llegó el martes hasta la puerta de la Presidencia del Consejo de Ministros, al costado del Palacio de Gobierno, para protestar enérgicamente por la grave ofensa lanzada por Bellido en su discurso de investidura. Decenas no pudieron ingresar porque la seguridad extendida alrededor de Palacio lo impidió, pero igual su presencia vale porque el APRA, en defensa de sus mártires de todos los tiempos y en particular por aquellos asesinados por Sendero Luminoso, hizo un acto de desagravio por los compañeros caídos.
Simultáneamente a estos hechos bochornosos, hemos apreciado la controversia irresponsable entre el presidente, el Primer Ministro y el sospechoso de terrorismo, Iber Maraví, lo que demuestra un nivel caótico en la conducción del gobierno. Hasta ahora hay una puesta del cargo a disposición, lo que implica una desautorización a Guido Bellido, lo que demuestra la poca autoridad del Primer Ministro y del mismo presidente que no sabe manejar conflictos y la intrusión de Vladimir Cerrón, que intenta demostrar que él es quien manda.
Pienso que el ministro de Trabajo tiene las horas contadas y que su salida es inminente, sería pernicioso mantener en el despacho a una persona acusada de haber participado en atentados terroristas en Ayacucho, donde tiempo después fue fundador del Conare Sutep, organismo de fachada del Movadef y cuyo reconocimiento oficial es el único logro de su paso por el Ministerio de Trabajo. A este rosario de imputaciones se suma la efectuada por la congresista Patricia Chirinos, respecto a una agresión verbal sufrida por parte de Bellido, lo que ha originado una ola de indignación en la ciudadanía, pero en especial las mujeres que han elevado su voz, con la notable excepción de la ministra de la Mujer que ha sido muy tímida, sin condenar con nombre y apellido al ofensor.
Todo esto nos lleva a exigir la inmediata renuncia de Guido Bellido a la PCM; quien, si bien recibió el voto de confianza de una mayoría relativa del Congreso, no tiene la confianza del pueblo que no acepta la presencia de un gabinete que no califica, no solo por su extremismo y totalitarismo, sino por su incompetencia para gestionar y gobernar.
(*) Excongresista de la República
(*) Expresidente del Consejo de Ministros
(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.
