
¿Cuánto cuesta la educación en el Perú? Una tuitera escribe un mensaje que nos da una idea: “Una maestría de un año en una universidad de Bélgica: 1,250 euros. Una de dos años en la PUCP: más de 35 mil soles”. La cineasta peruana Mary Jiménez, quien vive y trabaja en Europa, da una explicación: “Así es. Porque en Bélgica todos pagamos 30% de impuestos. Y en cambio tenemos una excelente educación, un excelentísimo sistema de salud, y seguros SIS que cuestan 18 euros cada tres meses y gastos médicos reembolsables”.
Y es así no necesariamente porque, aun manteniendo una monarquía constitucional, el sistema de gobierno de Bélgica es más socialista que socialdemócrata o capitalista. Si fuera así, la educación en Venezuela tendría los más elevados estándares. Otros países socialdemócratas y capitalistas también tienen una mejor educación y más barata que la de Perú. En nuestro país la educación es mala y cara. Por lo tanto, no es exclusiva culpa del sistema sino del gobierno de turno, de su eficiencia y falta de honestidad. También, hay que decirlo, de la falta de honradez de muchas empresas privadas. Son incontables los casos en que ha quedado en evidencia que le sacaron la vuelta a la ley para evadir impuestos y sobrevaluar productos o servicios, extraer minerales transgrediendo los límites de contaminación o, simplemente, dieron “gato por liebre”.
En lo que concierne a la educación en el Perú, un país social y demócrata, según la Constitución, si el Estado ofreciera un servicio de calidad, el mismo juego de la libre competencia obligaría a los colegios, institutos y universidades particulares a reducir sus precios. Lo mismo ocurriría en salud.
La educación es un derecho fundamental que es reconocido por la Carta Magna, pero en el Perú la calidad de la enseñanza tiene niveles bajísimos. Según el Foro Económico mundial, Perú es el puesto número 27 en calidad del sistema educativo. Además, bajo este contexto de pandemia, la brecha educativa se ha acrecentado por la implementación de las clases virtuales.
Que una maestría en el Perú cueste más del triple de lo que vale en un país de Europa demuestra, por otra parte, que en muchos casos la educación es vista como un negocio. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.