Opinión

Diseño de Segunda Reforma Agraria

Por: Antero Flores-Araoz

Por reciente resolución ministerial del sector agricultura, se ha creado un grupo de trabajo con el propósito de proyectar los lineamientos y formulación del plan de acción para el desarrollo de dicho sector. A tal acción se le ha denominado como “Segunda Reforma Agraria”, y los convocados para integrar el grupo de trabajo son 18 personas, de las cuales 12 son del sector público y seis del privado.

Comencemos por el principio: la creación de la comisión que proyectará las acciones para una segunda reforma agraria. Aquí el primer error, pues esta sería la tercera reforma y no la segunda. Recordemos que la primera fue en el primer gobierno de Fernando Belaunde Terry en 1964 y, la segunda lo fue en 1969 en el gobierno de facto de Juan Velasco Alvarado, conocido como “Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada”.

La primera de las reformas fue leve y pretendía principalmente que las tierras ociosas fuesen explotadas. Ella no logró tener mayor significación, que sí tuvo la del Velascato, pues lejos de elevar la productividad de las tierras enfrentó a los peruanos, y en lugar de sembrar semillas de vegetales, sembró semillas de odio, con frases como “campesino, el patrón no comerá más de tu pobreza”. El Estado entregó bonos a los expropiados, muchos de los cuales, pese a haber transcurrido más de medio siglo, aún no se pueden cobrar y las valorizaciones de los bienes expropiados fueron ridículas.

Esperemos que el gobierno del profesor Castillo no pretenda reformas como las antes señaladas, lo que sería un craso error, como ya lo es la simple denominación de “reforma agraria”. Lo que se requiere es que más familias se beneficien del sector agropecuario, dotándolas de crédito supervisado, financiamiento de abonos y pesticidas, asistencia técnica de calidad y ayuda para abrir nuevos mercados para exportar excedentes, sin olvidar la asociatividad en productores de similares recursos, que faciliten sus negociaciones internacionales.

Llama la atención que, entre los integrantes del grupo de trabajo, dentro de la cuota del sector privado, no se encuentren los productores agrarios que han hecho posible que campos que antes eran áridos hoy sean fértiles, que productos que se consumían solo en territorio nacional hoy sean estrellas del comercio internacional con nuestra agroexportación y agroindustria. Tenemos francamente joyas como palta, quinua, espárragos, mangos, uvas, arándanos que están “rompiendo” en los mercados internacionales, apoyando por lo demás nuestra balanza comercial y posición de cambio, sin olvidar mejores remuneraciones e importante recaudación fiscal. Los cultivadores exitosos de esos productos, que podrían contribuir con sus conocimientos en la Comisión, no forman parte de ella, aunque sí los de rondas, campesinos, regantes y otros, lo que está bien, pero no es suficiente.

En la práctica han sido excluidos los exitosos, los que pueden demostrar conocimiento pues ya tienen experiencia. Esto está mal, tiene un tufillo de discriminación de contenido ideológico.  Siempre podrán dar su opinión cuando se prepublique la norma, pero podría ser tarde, cuando se puede hacerlo a tiempo.

(*) Excongresista de la República

(*) Expresidente del Consejo de Ministros

(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.

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