Por lo general, en las encuestas sobre la percepción de la corrupción solo se incluye al Poder Ejecutivo, el Congreso de la República, el Poder Judicial y otras instituciones. Casi nunca se considera a la Policía Nacional, como si en esta institución no se cometiera ese delito. Hace unos días, un sujeto encapuchado dejó un morral en el mostrador de un minimarket e inmediatamente, como por arte de magia, aparecieron más de diez policías y fueron directamente al paquete, lo abrieron y encontraron “droga”. La dueña del local acusa a los policías de haberle “sembrado” la droga como represalia por negarse a pagarle el cupo que le exigía una banda de extorsionadores. Y todo indica que ella tiene razón.
La propietaria del establecimiento cuenta que los efectivos policiales, sin mencionarle las razones del operativo, detuvieron a su esposo y los demás integrantes de su familia, a quienes los enmarrocaron y trasladaron a la comisaría, donde los tuvieron durante 48 horas. A su esposo y las personas que atendían los arrestaron por el hallazgo de la “droga”, mientras que a ella y su hija, por “indocumentadas”. ¡Las acusaron de indocumentadas cuando estaban dentro de su propiedad! Increíble.
Las declaraciones de un jefe policial consultado por un canal de televisión también son muy extrañas y denotan cierta condescendencia con sus subordinados sospechosos. Luego de visualizar las imágenes, este oficial dijo que dos de las incriminaciones de la denuncia “son graves” y, por lo tanto, “tienen que demostrarlas, caso contrario, habrían falseado información a la superioridad”. Vaya tufillo intimidatorio que tienen estas palabras.
Pero la denuncia ya estaba hecha y las imágenes habían sido difundidas por la prensa, por lo que el asunto no se podía pasar por agua tibia. Dos días después fueron detenidos algunos policías —al parecer, no todos los que realizaron el operativo— por “sembrar” la droga en la tienda. Se los acusó de exigir dinero a personas detenidas para dejarlas en libertad, pero no se menciona la supuesta vinculación de los malos policías con la banda de extorsionadores. ¿Por qué no ir al fondo del asunto? Ya anteriormente se ha detenido a comisarías enteras por integrar bandas de asaltantes o estar en combinación con extorsionadores. Pero parece que siguen las malas mañas. Si eso pasa con ciertos policías, que no serían pocos, ¿cómo se piensa combatir a la delincuencia común? Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.
