Opinión

De la idea al emprendimiento (PARTE 2/2)

Por: José Castillo Carazas

La semana pasada expliqué el proceso de conversión de una “idea” en una “oportunidad de negocio”. Este primer paso deberá estar sometido a un proceso constante de validación para no desmayar en el intento. Poner en valor una idea implica “blindarla” en todos los frentes y estudiar, con mucho detenimiento, el efecto de cada decisión.

Cualquier emprendedor sabe que la base del éxito es el “apasionamiento” sobre su idea, que no es otra cosa que convencerse racionalmente de que la solución planteada al mercado resolverá problemas “necesarios”. Este apasionamiento le permitirá defender y sustentar su idea con la finalidad de recibir críticas favorables, e incluso recomendaciones y no habrá nadie mejor que el visionario para comunicar su visión dado que, si no es posible comunicarla, no es una idea que se pueda implementar.

No olvide que, durante este proceso de validación, en paralelo deberá descubrir que talento puede sumar para asociarlo. Todo emprendimiento necesita del mejor equipo que pueda sumar para efectivizar sus soluciones. Los casos más exitosos de emprendimientos tienen un visionario que lideró un equipo de rebeldes convencidos en demostrar al mundo, con la misma pasión que el visionario, de que su emprendimiento es lo mejor que puede pasar.

Un emprendedor crece y se fortalece con sus propios errores, es inconforme por naturaleza y aprende “en la cancha”, leyendo a su consumidor, descubriendo “qué”; “cómo”; “dónde” y “para qué” quiere su producto, así le podrá dar un valor económico que genere mutuo beneficio.

En este proceso, el emprendedor se tiene que recursear. La necesidad y el “hambre de éxito” hará que avance a pesar de los problemas construyendo soluciones, inclinando el tablero a su favor. Encontrará la forma de hacer visible su producto, comunicar sus pequeños logros y avances y además diferenciarlos del resto, tanto en forma como en fondo. Construirá relaciones públicas que respalden su idea y que sobre todo que generen simpatía por su producto, pues sabe que solo hay una forma para avanzar, HACIENDO. Recordemos que no necesariamente gana el mundial el que queda primero en las eliminatorias. Es una persona de “acción”, no de hojas de cálculo y modelos que no sepa cómo probar.

Un emprendedor inteligente sabe dónde poner su producto, sabe cómo llegar a la vitrina en la que “todos quieren estar” sin que ello implique una gran inversión sabe que la ubicación no solo se construye con el posicionamiento; muchas veces se gana mas enseñando el camino para llegar. No hay que olvidar que el secreto de la velocidad está en la simpleza y practicidad de las actividades, a veces “menos es mucho más”

Aprovecho para desearles una muy feliz navidad y que disfruten estas fiestas en paz, unión y con mucho optimismo, los emprendedores sabemos que lo mejor SIEMPRE ESTÁ POR LLEGAR.

(*) Gerente General de BLANCO Sociedad Administradora de Fondos S.A.C.

(*) Miembro del Directorio de la UPAL

(*) Contador Público Colegiado y Máster en Banca y Finanzas

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